I fell in love with an XL

12.

Winnie:  

No sé cómo es que se me ocurrió venir aquí, no debí escuchar a Carter, siempre da malos consejos y peor aún que no conozco a nadie aquí, más que ese insoportable que no ha dejado de verme desde que entre por esa puerta, además de algunas personas groseras que juzgan mi vestido negro o diciendo que me vestí para un funeral.

—Hola...

Alguien amable decidió hablarme.

—Hola..

Ella me ofrece la mano.—Soy Jennifer.—Responde.—la hija de Joseph y la hermana de Shane.

Ay no..

Espero que no sea como Shane.

—No te preocupes no soy como mi hermano.—Pronuncia como si leyera mi mente, mi cara me delato y tras escuchar eso, me arden las mejillas.

Ella se ríe.

—Quería agradecerte personalmente por ayudar a mi hermano.—Hace un gesto y mueve la copa en su mano.—Aveces parece que lo odio o doy a entender eso frente a él, pero realmente estoy aliviada de que estuvieras con él en la noche del asalto.

—Yo no.

Me mira confundida.

—Lo siento, me pongo nerviosa de solo recordarlo.

Ella sonríe.—Creo que estaría igual en tu posición.

De pronto ella aparta su atención al ver a un chico y todo me demuestra que si son hermanos.

¿Todos los Ryder son así?

—Te veré después.—Dice colocando su mano en mi antebrazo.—Disfruta de la fiesta.

Suspiro cuando se aleja.

Cuando creí que estaría menos sola.

—¿El vestido negro es para aparentar tu peso?

Ahora si preferiría estar sola.

Me vuelvo hacia él.

—No me mires así, estoy interesado en oír tu respuesta.

—Y yo en no decírtela.

Bebe de la copa en su mano, se ve algo mareado.

—¿Cuantas copas has tomado ya?

—Va, como si te importara.

Muy mareado.

—Tienes razón.

Su mirada se vuelve seria y me mira de pies a cabeza.

¿Ahora por qué yo me sonrojo?

—Ese vestido te sienta bien.

¿Realmente ha dicho eso?

Bebe otro sorbo mientras me mira.

—Te ves... ¿Cuál es la palabra?

Lista para oír una grosería.

—Preciosa, esa es la palabra.—Sonríe.

¿Por qué me está diciendo esto?

¿Y por qué esta tan borracho?

Es un día importante para su padre.

—No es gracioso.

—No estoy jugando.—Dice serio y señala con su mano izquierda todo el alrededor.—Puedo jurar que eres la chica más preciosa en esta fiesta.

—Creo que necesitas descansar, Shane.