I fell in love with an XL

24.

Winnie:

Los murmullos no tardan en sonar, pero eso no le detiene continua a Shane, luego los "¿Por qué ella?" no se detienen, aunque no me interesa, a decir verdad, me siento tranquila con un peso menos, irónico porque pensé que sería todo lo contrario.

—Winnie no quiere que la traten diferente, así que por favor no lo hagan. —Sigue. —No quiero que haya secretos en este lugar, así que es por eso que he decido decirles, pero si la hostigan...

Al decir eso ultimo ve directamente a las chicas que se empezaron a quejar el porque yo y no ellas.

Shane sonríe. —Creo que no será necesario explicarlo.

Eso es una clara amenaza, Shane.

Dios mío...

(*)

Tea a pesar de ser mi única amiga aquí, además de Marcus, no tardo en interrogarme emocionada, sus ojos brillaban en cada pregunta y si no fuera porque empezaron a llegar los clientes sus preguntas seguirían, por otro lado, me alegra que Shane aclarara lo último, suena cruel, pero de este modo ninguna me molesto, no me trataban con desprecio y tampoco me daban privilegio, todo estaba igual que antes y eso estaba bien.

—No puedo creer que lo hicieras.

—Era la única forma que encontré para que me creyeras por completo, no me avergüenzo de ti y si aún te quedan dudas podemos ir a la estación de metro, subirnos a un tren solo para gritarles a todos que eres mi novia.

—Está bien, te creo.

EL sonríe. —¿Mi romanticismo te hizo creerme?

—No.. solo porque me resulta increíble imaginarte dentro de un tren.

Eso ya es mucho.

Se acerca a mí.—¿Estamos bien?

Asiento con la cabeza.

Él sonríe.

—Dijiste...

—Lo sé. —Me interrumpe como si me leyera la mente. —Es cierto.

Trago saliva.

—Creo que quiero arriesgarme más contigo, Winnie.

El corazón salta de mi pecho.

—Yo también. —Pronuncio y mi respuesta hace brillar sus ojos de la emoción.

Si todo continua como ahora, yo también quiero enamorarme de él.