I fell in love with an XL

13.

Winnie:

El beso que recibo de Shane Ryder es atrevido, sucio y exigente.

No respondo, ni me dejo, pero el sostiene mi nuca, sus dedos se enredan en mi cabello con fuerza y me atrae para apretar más nuestras bocas.

No tengo escapatoria, me tiene muy sujeta y mi única forma de dejar en claro que no estoy de acuerdo es apoyar ambas manos en su pecho, arrugo su camisa mientras respiro el olor de su colonia y espero al mínimo descuido para apartarlo de mí, aunque resulta ser inútil.

¿Por qué eso es lo que quiero, no?

Nuestras bocas se tocan una y otra vez y su lengua no tarda en ingresar, aunque arrugo la frente ante la sensación, poco a poco todo se vuelve. ¿Agradable?

¿Cuándo fue la última vez que bese?

Shane suelta un gemido en medio del beso y se separa para coger algo de aire, hago lo mismo y bien pude pararlo, pero me perdí tanto en su mirada que deje que esto nos llevara donde sea que fuera.

Nuestros labios se tocaron una y otra vez después de eso, nuestras lenguas danzaron y parecía que competíamos por quien lo hacía más rápido, más profundo, más placentero.

Me rodeo la cintura con un brazo y me hizo retroceder, el beso se intensifico, nuevamente buscamos aire y no tardamos más que unos instantes para volver a unir nuestras bocas.

Esta vez fue lento y profundo, tanto que nos dejó a ambos sin respiración, comencé a rendirme, si es que no lo hice antes, mis manos dejaron de ser puños sobre su camisa para subir por sus pectorales.

Jamás me habían besado de ese modo.

Entonces lo jodio todo llevando las manos por debajo de mi falda, lo aparte de mi ahora que estaba descuidado y se tambaleo debido a la fuerza con la que lo hice, sin embargo, logro mantener el equilibro y no caerse, aún tenía la respiración agitada y también los labios.

Dios mío...¿También me veo así?

No supe que decir y eso creció cuando vi su rostro, no sé si era por el alcohol, pero estaba segura que eso no era la único, ni el mismo sabia porque lo había hecho, tenía la mirada baja y confusa mientras respiraba entrecortado.

Sentí tanta ira dentro de mí.

—Shane.

Levanto la mirada y abofetee su mejilla hasta provocar que se gire.

—Eres un imbécil.

No obtengo respuesta y cuando no me detiene como cuando esta lucido, entiendo que lo que ha pasado esta noche solo ha sido un impulso, me alejo cada vez más hasta que escucho un ruido fuerte caer al suelo, al voltear efectivamente se trata de él.

—Por favor.

No pude haberlo golpeado tan fuerte.

Voy hacia él.

—¿Shane?. —Muevo su cuerpo con mis manos. —¡Reacciona, no puede ser que te haya golpeado tan fuerte!