6.

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Winnie:

El primer buen trabajo que consigo y no solo tengo un jefe insoportable, sino que roban el lugar cuando estoy sola dentro con ese mismo jefe insoportable.

—Tenemos que hacer algo.

Shane no me dice nada.

—No podemos quedarnos sin hacer nada.

—Debajo de la caja registradora hay un botón.—Responde y cuando estoy ideando un plan para llegar ahí, él ya tiene una solución.—Lo presione cuando me llevo hasta allá, solo debemos esperar unos minutos, la policía no tardará en llegar.

—No confió mucho en la policía.. ¿Cuantos minutos han pasado? Ellos siempre llegan tarde.

—No es como si hubiera una segunda opción, Gwen.

Es verdad, además estamos atados de manos y contra nuestra espalda.

—¿Qué tanto están murmurando?.—El delincuente se nos acerca, amenazándonos de la misma forma como entro, con esa pistola, cada vez que la dirige a mi cuerpo, el corazón se me salta del pecho.—No quiero usar esto.

Cierro los ojos.

—Solo bájala, amigo.

Trato de no mirar.

—La estas incomodando.

Mis ojos se abren, me vuelvo hacia Shane.

No es de todo un idiota.

El tipo nos observa con confusión y todo se termina alterando cuando efectivamente las luces de una patrulla comienzan a alumbrar la pastelería.

—¡Oh dios! ¡Gracias...!

—¿Qué mierda?.—Se vuelve furioso.—¡Tú!

¿Yo?

—Has activado la alarma.

Trago saliva-

—No ha sido ella.

El tipo ignora las palabras de Shane.—T-u...—Tartamudea nervioso, es claro que se siente acorralado mientras los oficiales afuera piden que se entregue.—Vas a venir conmigo.

¿Qué?

—Claro que no.

Me rehúso aunque tenga miedo, lo sé, estoy loca, peor lo hago, sin embargo me toma del brazo y me hace pararme.

—Una rehén mujer me da más posibilidades de salir ileso.

Se cuelga la bolsa llena de dinero al hombro y camina hacia la puerta tirando de mí, estoy llena de miedo, mi corazón esta como un loco y lo único que puedo hacer es mirar a Shane.

No dice nada, aunque también lo noto preocupado, el tipo logra sacarme de la tienda y aunque los oficiales tratan de razonar con él, no lo logran.

Todo sucede de prisa.

Me empujan y hay una pelea, luego un disparo hacia mí y sangre, todo se descontrola, la gente sale a ver que está ocurriendo y pronto llega otra patrulla.

Al instante me percato de que Shane Ryder está en el suelo.

Voy hasta el.—Dios mío, Shane.

—Solo me roso.—Repite una y otra vez.—Solo me roso, solo me roso.

Sí, eso parece.

Aunque hizo más que eso.

—Eso puedo ver.

Los policías entran en el acto de inmediato y tiran al tipo al suelo mientras lo desarman, mi corazón sigue latiendo igual de rápido, aunque ahora estoy más tranquila.

Observo como lo meten en la patrulla.

—Vas a estar bien, Shane.—Trato de decirle, los ojos comienzan a llorarme.

—¿Tú estás bien?

Gracias a ti lo estoy.

—Si.—Me rio nerviosa y entre lágrimas.—Lo estoy.

Intento acercar mi mano a la herida, pero noto algo extraño en Shane cuando intenta sentarse.

—¿Shane?

Termina por desplomarse en el suelo.
















Shane:

Los ojos me pesan y un dolor inmenso me arde en el brazo, abro los ojos de golpe e intento sentarme, Gwen se acerca a mí, tiene los ojos hinchados.

¿Ha estado llorando?

Oh, es verdad... Intentaron robar la Pastelería.

—Despertaste.

—¿Dónde estamos?.—Intento ver a mi alrededor, peor solo veo paredes de color blanco y hay un molesto ruido de otras personas.

También tengo vendado el brazo donde me dispararon y la bala solo roso.

—Estamos en la clínica, te trajeron después de que te desmayaste.

¿Desmayarme?

—Yo no me desmayo.

—Si lo hiciste.

Se rasca la punta de la nariz.—Llame a tu padre, ya está en camino, viene con tu hermana.

Ay no ¿Por qué Jennifer tiene que venir?

—Gracias por...

Alzo mis cejas.

—Me salvaste.

—Te estaba llevando, no iba a quedarme sin hacer nada... ¿O creías..?

—Prefiero dejar esa conversación ahí.

—¿Shane Ryder?.—Reconozco la voz de mi padre.

—Creo que ya llego.—Dice ella tomando un respiro.—Tengo que irme.

Se pone de pie y intento sentarme, ella me lo impide poniendo las manos en mi pecho desnudo, las retira enseguida y quedo sorprendido.

—No debes volver sola.

—No lo haré.—Responde.—Carter está esperándome afuera, me iré con él.

Carter...

Ella levanta la mirada hacia el pasillo.

—Tú padre ya viene.

Da un paso y sin darme cuenta he tomado su brazo, se gira sorprendida hacia mí.

—No tienes que renunciar.

Su mirada se mantiene sobre mí, pasa de sorpresa a volverse seria.

—Si tengo, Shane.—Dice y siento el instante en que su mano se suelta de la mía.


I fell in love with an XLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora