I fell in love with an XL

29.

Winnie:

—¿Y?.—Pregunta Carter con los ojos muy abiertos.—¿Qué respuesta le diste?

—No di una respuesta.

—¿Qué?

—Además no me lo pidió, fue más como una orden.—Digo recordando. —"Cásate conmigo. Hagámoslo", sono más a una orden.

—¿Y si no hubiera sido así?

Alzo mis cejas.

—¿Si hubiera sido una pregunta?

—No lo sé. —Digo poniendo ambas manos sobre cada mejilla.

—¿Qué no sabes?

Bajo las manos.

—Es solo que apenas estamos saliendo, conozco a sus padres, me pide que me mude con él y ahora quiere casarse conmigo... ¿Solo a mí me parece que esto va muy rápido?

—Creo que él se está haciendo ilusiones contigo, le importas, mi amor.

—Y él me importa a mí, pero hablamos de matrimonio.

—Winnie...

—Y no estoy siendo una cobarde. —Le aclaro de una vez. —Solo quiero hacer las cosas correctamente con él y no echarlo a perder todo, quiero que lo nuestro dure y tal vez más adelante.

—Más adelante.

—Sí, eso. —Digo avergonzada.

(*)

Ingreso a la pastelería cuidándome las espaldas o mejor dicho, cuidando no cruzarme con Shane, ya paso un día, pero ni así he tenido tiempo de pensar en una respuesta concreta.

Finalmente llego a la cocina y Tea me pilla entrando agachada.

—¿Qué haces?. —Se ríe.

—¿Shane ya llegó?

—Hace un buen rato y estuvo preguntando por ti.

Cielos, Shane.

—¿Tú y el jefe pelearon? —Se detiene. —Lo siento por ser entrometida.

—No. —Me pongo de pie. —Paso algo inusual.

—¿Inusual?

—Bueno...

Decido contárselo y para que lo hice, ella incluso se emociona más que yo.

(*)

Le pido a Tea que me espere para irnos juntas e ir a cenar, lo hace y aunque ya tenía planes, Shane termina por acabar con ellos.

—Tea.. ¿Podrías dejarme con mi novia?

—Claro, señor. —Le responde, Tea cuelga su bolso al hombre y me hace un gesto. —Te veo mañana, Winnie.

Suspiro al verse alejarse, éramos las últimas que quedábamos y ahora oficialmente solo Shane y yo estamos en la pastelería.

—Tenía planes.

—Lo sé, pero no quería esperar más.

Aprieto los labios y su mirada cae.

—Winnie, si lo que sucedió no era algo que esperabas oír, hagamos como que no hice esa pregunta.

—Si era algo que quería oír. —Pronuncio sorprendiéndolo.

—Pero has estado huyendo de mí.

Se ha dado cuenta.

Era muy obvio.

—Lo siento. —Me acerco a él. —Me tomaste desprevenida y era mucho que procesar, conocer a tus padres, mudarnos juntos y ahora un matrimonio... —Hago una pausa. —No quiero terminar arruinando todo si nos adelantamos

El me escucha atento

—Creo que puedo uno a la ve y aun...—Me detengo al ver su rostro.

—Entiendo, lo de conocer a mis padres ya sucedió, fue incomodo, pero paso.

Guardo silencio y el baja la mirada, siento un cosquilleo en la garganta.

Separo mis labios. —¿Crees que para el otro mes puedo empezar a llevar mis cosas?

Una sonrisa cruza sus labios, le tomo la mano y le devuelvo la sonrisa.

—Luego de eso si funciona.—Me muerdo el labio.—Podemos ver que hacer.

Sus ojos se abren con sorpresa.

—¿Qué te parece?

Su sonrisa vuelve a aparecer y tartamudea un poco.

Vaya que lo he dejado sin palabras.

—E-s una gran idea, Winnie.