I fell in love with an XL

11.

Shane:

—¿Donde esta Gwendoline?

Ninguno me responde, no parezco la autoridad aquí y es Marcus Benett quien responde por todos, se me acerca y empieza a hablar.

—No vino a trabajar hoy.

¿No vino?

—Se reportó como enferma.

Él se da la vuelta para seguir con sus labores, pero mi boca no se detiene.

—¿Estas interesada en ella?

Marcus se detiene, se gira a verme.

—Por eso la invitaste a salir.—Sigo.—¿Por qué?

—¿Por qué?.—Se burla de mi pregunta.

—¿Te gustan las chicas como ella? ¿O tienes algún fetiche?

—No sigas.—Me levanta la voz.—Ahora entiendo porque ella te odia.

Odia..

Ahora esa palabra esta en mi cabeza.

Frunzo el ceño, no me quedare a escuchar esta mierda.

—Es divertida.

—¿Qué?

Y termino quedándome.

—Gwendoline es divertida, la conocí a fondo cuando me quede cuidándola es anoche.

¿Qué tanto?

Ignoro la pregunta de mi subconsciente.

—Es por eso que me gusta.

Yo no puedo entender eso.

—No todo es el físico, Señor Ryder.—Me responde y no puedo entenderlo.

La atracción es lo primero que busco en una mujer, que me atraiga y eso conlleva al físico, si no no me acostara con ellas.

—Y es algo que no nos durara eternamente.

—¿Y por eso te conformas...?

—No es conformarse.—Me interrumpo.—Quiero a una persona divertida, alguien con la que pueda pasarla bien todos los días de mi vida y no me sirve nada el físico, si esa mujer no puede trasmitirme lo que realmente quiero.

Yo no puedo entenderlo.

(*)