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Había comenzado el día con el pie izquierdo cuando descubrí una falla en mi auto y tuve que tomar el autobús en un día lluvioso.
Cuando llegue a la clínica las cosas fueron de mal en peor, Seokjin enfermó de gripe y no pudo alcanzarme ahí. Lo llame para decirle con minúsculo detalle como tratarse en lo que volvía del trabajo.
Estaba algo cansada y mojada de caminar, para colocar la cereza del pastel mi primer paciente fue un enorme gran danés que babeo por todos lados.

Me agarre el cabello en un chongo desordenado y comencé a limpiar el desastre cuando scooby y su dueño se fueron, al parecer no había más pacientes que atender así que al terminar de limpiar todo solté mi cabello de nuevo y me senté en el sillón largo de la sala de espera. Tire mi cabeza hacia abajo entre mis piernas y un pequeño amiguito peludo comenzó a lamer mis manos ¡Era tannie!

—Hola pequeñita sanguijuela ¿qué haces aquí?— comencé a acariciarlo y besar su pequeñito rostro —¡Te quiero también! No sabía que traería a Yeontan hoy señora— dije para la madre de Jeon, quien dentro de todo el drama ha sido un lindo apoyo, como compañeras de abuso psicológico por parte de los hombres de aquella casa.

—Hola.

Mi corazón se detuvo.

Esa voz, no la olvidaba, esa grave voz solo podía pertenecer a una persona en todo el mundo.

Subí mi cabeza y lo vi ahí. Tal y como lo recordaba, una camisa con las mangas arremangadas, mismo estilo formal pero el cabello desordenado. Sin duda estaba ahí, no podría estar delirando ¿o si?

—Hola— conteste conteniendo cualquier otro pensamiento.

—No has cambiado en lo absoluto. Aún hablas con los perros— Sonrió y mi corazón latió con fuerza, como no lo había hecho en mucho tiempo.

—Ha pasado mucho tiempo— coloqué un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, estaba muy nerviosa, paralizada.

—Vine a visitar a mamá y a Tannie.

Yeontan ladró recargando sus patitas en mi para que lo cargase y lo hice. —Eso es bueno— conteste aún con el corazón tendiendo de un hilo.

—Yo... bueno note que Yeontan tenía unas ronchitas entonces mamá me dió esta dirección.

El no sabía que yo estaría aquí, no vino a buscarme.

—Ah debe ser su nueva comida, por aquí— caminé llevándolo a mi consultorio.

—Tienes un lindo cosultorio— miraba al rededor.

—Gracias— me di cuenta de lo manchada que estaba mi bata y maldecí por dentro.

Comencé tomando la temperatura de tannie y a revisarlo externamente.

—Pensé que querías estudiar heladería.

Sonreí y conteste mientras seguía checando al pequeño —Llego a mi inesperadamente, y realmente amo lo que hago, no te muevas bebé— reí al ver que tannie quería lamerme la cara.

El solo me observaba, estaba serio, con las manos en los bolsillos.

—Yeontan está bien, solo hay que cambiar sus croquetas y darle un suero— comencé a anotar todo en una pequeñita receta y se la entregue en las manos.

Lo vi tragar saliva al leerla.

—Park Haesun, médico veterinario— sonrió.

Sentí que me temblaron las piernas, después de 5 años, escucharlo decir mi nombre fue... no se que fue.

Mi celular sonó. Pero lo guardé de nuevo pues estaba en consulta y era una falta de respeto, a fin de cuentas era un cliente.

—Contesta no tengo ningún problema.

Flower Brothers | el hermano de mi novio jjk❁kth Donde viven las historias. Descúbrelo ahora