Kakuhidan "Una Mala Inversión"

Dejame apoyarte

-¡Está deliciosa!- gritó el jashinista observando su jugosa hamburguesa. 

-No está tan mal- comentó el moreno, limpiándose la boca. 

Dentro del restaurante de comida rápida se encontraban sentados al lado de una enorme ventana el vocalista de la banda y el hombre avaro. 

Hidan en su entusiasmo y decidió ordenar por los dos, así que Kakuzu no le quedó de otra más que recibir la muy inesperada comida chatarra. 

-Entonces, ¿cómo les fue en su gira?- preguntó el mayor mientras le daba un sorbo a su bebida. 

-¡Increíble!, ¡no puedo creer que por fin estamos triunfando!, ¡Al carajo con todo, somos los putos amos!- habló el menor con mucha alegría, tanto que por un momento aquella boba sonrisa cautivo al tacaño. 

-Me alegra oír eso- 

-Lo unico malo fue que el estúpido mal parido de Deidara no me dejo convivir con los fans- murmuro Hidan con un tono molesto. 

El moreno levantó una ceja intrigado, desde el asunto que hubo entre los músicos y sus subordinados noto que aquel rubio era demasiado sobreprotector. 

-También hicimos turismo, nos tomamos muchas fotos, mira- Hidan le pasó el teléfono para presumir su gran aventura. 

Kakuzu observó las fotos con tranquilidad, deteniéndose en algunas para admirarlas mejor. Y entonces el celular del fanatico sono mostrando como fondo de pantalla al rubio con la cara llena de pastel. 

-Te llaman- le regreso el aparato a su acompañante. 

-¡Tks!, estúpido mocoso- se quejo el menor para después contestar. 

-¿Qué carajo quieres?******si, si lo siento es que estaba hablando con Ren*****ni me lo recuerdes, el cabrón me babeo toda la puta cara*******aja*****estoy cenando*****no, aquí también está Kakuzu*******¡metete tus opiniones por el trasero rubia mal teñida!*********bien, te llevaré de cenar, ¿qué quieres?*****************¿Te vas a tragar todo eso?*******como quieras cerdita******si******aja*****te veo un rato más*****adios- 

El chico de ojos violetas soltó un gran suspiro para después guardar de mala gana su comunicador. 

-Deidara es el chico con el que vives, ¿cierto?- 

-Cierto- 

-Pero antes mencionaste que era tu hermano, ¿acaso es hijo de ese tutor tuyo?- preguntó Kakuzu con curiosidad. 

Y lo siguiente que se escuchó fue una fuerte carcajada. 

-JAJAJAJAJAJAJA, no nada de eso- contestó Hidan tratando de calmarse. 

El moreno frunció levemente el ceño sin entender a esa extraña familia. 

-Encontré a ese mocoso en la calle, trato de asaltarme y luego de nuestra pelea lo invite a comer, me contó cómo terminó viviendo entre basura, así que decidí darle un espacio en mi departamento, Ren se encariño tanto con él que al final también lo adoptó- aclaró el jashinista con una sonrisa. 

Esa breve historia descolocó por completo al hombre de negocios, ya que sonaba estúpida y muy arriesgada. 

-No lo entiendo, ¿por qué lo ayudaste?- pregunto el moreno.  

El menor se apoyó en la mesa antes de responderle. 

-Su abuelo lo echó de casa por tratar de cumplir sus sueños, de cierto modo me recordó mucho a mi, creo que por eso sentí la necesidad de protegerlo- miro a Kakuzu pero ahora sus ojos reflejaban tristeza.

Una sutil sonrisa se dibujo en el rostro del avaro, cada vez que convivia con ese fanático se llevaba una gran sorpresa. 

"Es un buen chico" pensó el moreno para seguir comiendo. 

-Deidara es un gran amigo, además, es divertido ver como trata de huir de los apapachos de Ren- se rió el religioso. 

-¿Y por eso tan protector contigo?, ¿lo hace por qué eres su hermano mayor?- 

Se hizo un largo silencio, Hidan miraba el suelo nervioso, como dudando si hablar o no. 

-¿Hidan?- llamo nuevamente el más alto. 

-No, no es por eso- dijo el fanático haciendo una mueca incomoda. 

-Es solo que hace años, salí con una persona, y bueno, me hizo mucho daño, tanto que por poco pierdo la vida- soltó de golpe el menor. 

Kakuzu abrió los ojos de la impresión, no se esperaba una respuesta así. 

-¿Hablas en serio?- al avaro le costaba imaginarse eso. 

-Si, de no ser por Deidara, creo que ese día hubiera muerto- dijo Hidan recordando aquella escena. 

Kakuzu no sabía mucho de cómo animar a las personas, pero quería intentarlo, entendía que era un tema delicado para el religioso. 

-¿Quieres hablar de eso?- con calma colocó su mano sobre la de Hidan. 

Era extraño que un tipo con el que apenas tenía contacto lo hiciera sentir tan seguro como para contarle su pasado. 

-Si- contestó el fanático apreciendo el gesto. 

Aquí les traigo el capítulo nwn❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤ esperó les guste.