Kakuhidan "Una Mala Inversión"

Compromiso

Hidan se separó de Kakuzu para rápidamente limpiarse la cara, era la segunda vez que lloraba en presencia del mayor. 

-¿Ya te calmaste?- preguntó el moreno mientras acariciaba ese pálido rostro.

El menor solo asintió, aún estaba aturdido por la confesión del avaro. 

-Vamos, todavía no hemos comido- cuando el más alto estaba por darse vuelta fue sujetado del brazo. Las manos del platinado temblaban debido a los nervios. 

-Bu-Bueno, yo, yo quería saber, nosotros, ¿nosotros estamos saliendo?- por fin pudo sacar aquella pregunta. 

Kakuzu levantó una ceja sintiendo que sus mejillas ardían. 

"Este idiota, después de todas las cosas vergonzosas que dije, ¿aun piensa que solo somos amigos?" pensó el moreno apretando los puños. 

-Si, lo estamos- fue la corta respuesta del avaro. 

Hidan sintió un gran alivio, después de tanto tiempo por fin era correspondido y sin poder ocultar su emoción se le colgó del brazo al mayor de forma juguetona. 

-Jejejeje te quiero mucho Kakuzu-chan- sonrió el creyente. 

En cambio el moreno desvió la mirada con un ligero rubor. Aún no se acostumbraba a esas muestras de afecto. 

-Muévete, y deja de usar el "chan", soy mayor que tú- 

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En uno de los cuartos, ciertos artistas se encontraban acurrucados. 

Sasori miraba la televisión, mientras que Deidara navegaba en su celular. 

El pelirrojo no muy interesado en el programa se giró para ver al chico de ojos azules. 

-¿Con quién te mensajeas?- preguntó el mayor notando que el rubio parecía tener una conversación bastante divertida. 

-Con Akatsuchi, es un amigo, vamos en la misma clase de artes, hm- contestó Deidara. 

Sasori frunció levemente el ceño, para después abrazar al guitarrista, colocando su frente en el hombro del menor. 

Esa acción extraño mucho al rubio, era raro que su maestro estuviera cariñoso casi de la nada. 

-Danna, ¿le pasa algo?, hm- 

-Nada- 

-¿Está seguro?- 

-Estoy bien mocoso, ignorame y sigue hablando con tu amigo- soltó el pelirrojo. 

Deidara parpadeo varias veces y sin querer sus labios formaron una enorme sonrisa. 

-Ohhhh, ¿está celoso Danna?, hm- preguntó el rubio con un tono burlesco. 

Sasori levantó la mirada, haciendo una mueca de fastidio. 

-Si, si lo estoy, no me emociona que mi novio hable con otros hombres- esa oración dejó en shock al chico de ojos azules, tanto que se incorporó para soltar un enorme grito. 

-¿¡EHHHHHHH!?, ¡ESPERE ESPERE!, ¿¡USTED Y YO SOMOS NOVIOS!?- el rubio no podía creerlo. 

El pelirrojo también se incorporó envuelto en un aura asesina. 

-Después de todo este tiempo, ¿apenas te diste cuenta?, pero que estúpido- 

-Es que, nunca hablamos sobre eso, asi que pense que no le interesaba un compromiso, hm- sé sincero el rubio ya más tranquilo. 

El mayor soltó un gran suspiro, sujetándose la cabeza con fuerza. 

-Ese religioso y tú están criados a la antigua, no me extraña con ese padre que tienen- murmuró Sasori.