Kakuhidan "Una Mala Inversión"

Amenaza

-Buenas noches Kakuzu-san- 

"Esto es tan familiar" pensó el moreno recordando como Hidan lo emboscó de la misma forma. 

-Me parece que no hemos sido presentados formalmente, mucho gusto, mi nombre es Ren y soy el tutor de Hidan- sonrió el mayor apartándose del carro. 

-El gusto es mío- contestó el castaño de modo serio. 

Ambos se quedaron unos segundos observándose, como si quisieran averiguar la debilidad del otro. 

-Un buen chico  me contó una historia muy interesante, que trata de cómo unos empresarios se hicieron amigos de unos adorables y talentosos músicos- habló el jashinista sacando un cigarro para prenderlo con rapidez. 

Kakuzu frunció levemente el ceño, entendiendo hacia donde iba aquella conversación. 

-Lamento mucho los problemas que le causó mi dulce y tierno angelito, a veces es muy impulsivo, espero que lo haya rechazado con mucho tacto- dijo Ren separando el cigarro de sus labios. 

Esas palabras sacudieron un poco al avaro, es cierto que al principio los dos se comportaron como unos idiotas, pero ahora todo era diferente, había tiempo para corregir los malos ratos. 

-Si, todo está en paz- respondió Kakuzu acercándose a la puerta de su vehículo, con la intención de irse. 

-Me alegra oír eso, porque para serle sincero, yo jamás hubiera aprobado esa relación- soltó el creyente. 

Esa última oración dejó helado al moreno que de inmediato soltó la puerta para ver mejor al fanático.  

"Oh, pero qué interesante reacción" pensó el mayor divertido. 

-No me malinterprete, no estoy en contra de que mis hijos se diviertan, después de todo son jóvenes y atractivos- sonrió con  orgullo el padre sobreprotector. 

Ante eso Kakuzu se sintió algo incómodo, sabía que tenía grandes problemas. 

-Pero lo que vi hoy me preocupo- 

Casi de la nada la expresión de Ren se tornó sombría. 

-Note que los ojos de Hidan tenían un brillo muy particular, una luz que solo aparece cuando empiezas a amar a alguien- 

El tacaño apretó los puños, sintiendo una gran culpa en su interior, le agrada mucho aquel chico de apariencia peligrosa y voz chillona, pero se conocía lo suficiente para saber que no amaba a Hidan. 

-Su hijo y yo solo somos amigos, no tiene nada de qué preocuparse- dijo Kakuzu poniéndose firme. 

Eso solo provocó que el jashinista soltara una gran carcajada. 

-JAJAJAJAJAJAJAJA, POR JASHIN JAJAJAJA ESA RESPUESTA FUE TAN CLICHÉ JAJAJAJA- se retorcía Ren, agarrándose con fuerza el estómago. 

-Lo digo en serio- a Kakuzu le empezaba a molestar aquel sujeto. 

El más alto paró su escándalo, dedicándole una sonrisa al castaño. 

-Lo siento, pero es difícil de creer, porque si de verdad fueran solo amigos no se mirarían de esa forma, Hidan no se pondría nervioso ante tu presencia y lo más importante, si de verdad estuvieras seguro de tus sentimientos hace mucho que hubieras abandonado esta conversación- Ren término de fumar, apagando el fuego en un poste cercano. 

El castaño estaba en shock, las acusaciones del creyente lo habían dejado sin palabras. 

-Simplemente no puedo verles un buen futuro y no dejare que alguien vuelva hacerle daño a mi bebé- sentenció Ren para caminar hacia el avaro. 

"¿Quién te crees para tomar esa decisión?" pensó el tacaño sin intimidarse por su cercanía. 

-Se lo que está pensando Kakuzu-san, de seguro se pregunta cosas como "¿quién te crees para tomar esa decisión? o ¿con que derecho hablas por Hidan?"- 

Kakuzu guardó silencio esperando a que el mayor terminara de hablar. 

-Bien, le dire quien soy, soy el hombre que sacó a Hidan de ese horrible orfanato y le dio un hogar, soy el hombre que lo apoyó con sus sueños sin importar lo que otros pensaran, soy el hombre que cambió su estilo de vida para poder darle una crianza digna, soy el hombre que estuvo 3 semanas en la sala de urgencias esperando un milagro, soy el hombre que juró hacer lo necesario con tal de proteger a los que ama- aclaró el más alto.

Y sin aviso Ren rodeó el cuello del moreno, apretando un poco su agarre. 

-Asi que si, me creo con el puto derecho de venir aqui y poner un alto antes de que algo malo pase- 

El moreno quiso hablar pero sentía que no le salían las palabras, no quería admitirlo pero Ren si era intimidante. 

Amo a mis niños, enloquecería si algo les llegara a pasar, la verdad, enloquezco de solo pensarlo- dijo el creyente de modo amenazante. 

Ambos guardaron silencio mirándose con mil emociones acumuladas, en su mayoría devastadoras. 

Al ver que el castaño ya no le iba a contestar nada, suspiro para volver a sonreír, alejando poco a poco su mano. 

-Sabía que lo entendería Kakuzu-san, por favor guarde distancia, no queremos ningún accidente, ¿verdad?- y sin más, se dio media vuelta alejándose del moreno.  

-Pero que idiota- y de forma brusca el avaro subio a su carro para retirarse, sin saber que una tercera persona habia presenciado la extraña pelea. 

-Ren, eres un gran sujeto pero creo que ahora te pasaste de la raya- sonrió nervioso el bajista de la banda. 

Kisame sacó su celular y de manera rápida marcó el número de Hidan. 

-Hola pequeño zombie*********creeme no te llamaría si no tuviera una buena razón**********nos vemos en tu departamento********esta bien llegaré en unos 20 minutos******si, adiós- 

************* 

Hidan estaba tan pálido, gracias a la noticia que le había dado  Kisame. 

El bajista  podría jurar que su amigo se desmayaría en cualquier momento.  

-No...no…no puede ser…estúpido Ren- murmuro el religioso gachando la mirada. 

-¿Qué harás ahora?- preguntó su compañero de afilados dientes. 

-No tengo idea- se tapó el rostro con ambas manos. 

-Deberías decirle a Deidara, apuesto que también irá tras Sasori- sonrió Kisame sintiendo un poco de pena por el chico religioso. 

-Dejalo dormir, mañana lo pondre al tanto- se lamentó Hidan recargándose en el sillón. 

-¿Lo enfrentarás?- 

-¿Qué?- 

-¿Enfrentarás a Ren?- 

El religioso guardó silencio mirando de reojo la habitación de su rubio. 

-¿Y como podría enfrentarlo?, sino fuera por él yo no tendría esta vida- hablo el menor sintiéndose acorralado. 

Aquí les traigo el capítulo nwn❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤ esperó les guste.