One-shots•Teen Wolf

10.Liam Dunbar

Salí del aula para ir a la cafetería a comer algo, el receso había comenzado y fui a comprar algo de comida.

Al pagarla, salí para encontrarme con los chicos para comer juntos, cuando los encontré me senté al lado de Scott, no iba a interrumpir su conversación así que me quedé callada mientras escuchaba música.

Comencé a comer tranquilamente mientras movía la cabeza y todos comenzaron a mirarme raro, me quité los auriculares y los miré confundida.

—¿Qué sucede?— pregunté con curiosidad y Stiles rodó los ojos divertido.

—Te necesitamos, nena— dijo con una sonrisa, ladee mi cabeza en señal de confusión.

—¿Para qué?— pregunté aún más confundida, ¿qué carajo estaban pensando?

—Necesito que invites a alguien para que vaya a la fiesta que dará Lydia— yo asentí aún confundida.

—¿A quién?

—Un chico de primero— subió sus hombros restándole importancia y yo negué.

—Son menores, Stiles— dije molesta, yo era menor que todos ellos e íbamos al mismo grado, pero aun así no sabía la edad que tenía el chico.

—Oh vamos, sólo será para que vaya a la fiesta y se sienta...cómodo en la escuela.

—Muy bien. Lo haré— dije rendida y todos nos levantamos de la mesa para poder irnos.

—¿Tienes un plan o...?— preguntó el de lunares y yo asentí.

—Funcionará— asentí sonriente y confiada.

—Si tú lo dices— moví mi cabello hacia atrás en un gesto de diva y caminé hacia el chico que me habían dicho hace segundos atrás.

Tomé mi teléfono entre mis manos y caminé naturalmente hasta el chico, al estar lo suficientemente cerca, decidí simular que le enviaba un mensaje a alguien y me choqué con él, esperaba con los ojos cerrados el golpe que tendría al caerme al suelo, pero nunca llegó.

—¿Estás bien?— preguntó el chico que me había salvado de un gran golpe contra el suelo.

Asentí con la cabeza y abrí mis ojos para encontrarme con sus ojos azules, unos lindos ojos azules que me dejaron hipnotizada por un largo tiempo, me había dado cuenta de que sus manos se hallaban en mis caderas y estaba a unos pocos centímetros del suelo.

—Lo...lo siento. Estaba a-algo d-distraída— mi voz salió entrecortada debido a los nervios que me causaba el chico, se veía casi de mi edad.

—No te preocupes, yo igual estaba distraído— soltó en un suspiro apenado y sonrió de lado para después reaccionar —Lo siento— me ayudó a levantarme.

—Gracias por...¿salvar mi trasero?— dije más en duda haciendo que el chico suelte una risa, guau no sabía que su sonrisa era tan perfecta.

—No hay de qué— su sonrisa era tan...blanca y perfecta...tan hermosa —Mi nombre es Liam, Liam Dunbar— me ofreció su mano en un saludo amistoso junto a su linda y tímida sonrisa.

—Isabella Lahey— tomé su mano y al hacerlo sentí una corriente eléctrica correr por mi espina dorsal y un revoltillo en el estómago —Mis amigos me llaman Bella— le sonreí tímida y soltamos nuestras manos del saludo.

—¿Vas en segundo?— preguntó curioso y yo asentí —¿Qué edad tienes?

—Tengo catorce años. Me adelantaron de grado debido a mi excelencia académica— mis mejillas se tornaron algo rojas y el chico asintió.

—Oh entiendo— sonrió de nuevo.

—¿Y tú?— pregunté aunque ya sabía que era de primero.

—Tengo quince años y voy en primero— tomó el tirante de su mochila algo fuerte en un gesto nervioso y reí.

—Entonces, eres nuevo— dije y el asintió confirmando.

—Sí, es algo difícil, pero lo bueno de todo esto es que mi mejor amigo está conmigo— miró a un lado de nosotros a un moreno muy sonriente que hablaba con un chico.

—Te entiendo— dije mirando al moreno aún —¿Quieres ir a una fiesta esta noche?— pregunté emocionada sin saber por qué.

—¿Dónde?— preguntó confundido a lo que yo reí levemente.

—En casa de Lydia Martín, es la chica más popular de toda la escuela y organiza las mejores fiestas de toda la escuela.

—Entonces iré— aseguró con su linda sonrisa.

—Pasaré por ti a las ocho, ¿está bien?— pregunté con la misma sonrisa que me daba junto con mi sonrojo que se notaba a leguas.

—¿No debería ser al revés?— preguntó riendo y yo negué.

—Normalmente sí, y como ser normal no está en mi vocabulario lo haremos de otra forma— le guiñe el ojo haciendo que se sonroje y suelte una carcajada.

—Muy bien, linda— miró al moreno y volvió su vista a mis ojos —Nos vemos esta noche— besó mi mejilla con dulzura y se despidió con la mano para después salir de mi campo de visión.

—Creo que ahora tengo un crush— murmuré para mí misma con una boba sonrisa.

—Y creo que el sentimiento es mutuo— una voz detrás de mí que me hizo voltear y tragar fuerte.

—Mierda, no vuelvas a hacer eso en tu miserable vida— lo fulmine con la mirada y soltó una risa —¿De qué mierda te ríes?

—Debí decirle a Isaac— dijo riendo y yo lo miré alarmada.

—¿Qué? No, por favor...no le digas nada— movía las manos nerviosa y él seguía riendo.

—Sólo estaba jugando— intentaba no reír —Tu secreto se quedará conmigo— simuló cerrar un cierre en su boca y yo sonreí.

—Eso quiere decir que tampoco le dirás a Liam— me crucé de brazos con una ceja alzada y el castaño soltó un puchero tierno.

—Está bien, Bella— rodó los ojos divertido y tomé mi mochila que se hallaba en el piso.

—Ya el plan está hecho. Ahora, me comprarás muchas golosinas— sonreí victoriosa y el castaño bufó —Ese es mi precio, Stilinski, sino le puedo decir a Liam que la fiesta es falsa.

—¿Cómo...?— preguntó y yo le interrumpí.

—No me piden ayuda a menos que sea para formar un plan que implican situaciones falsas, si así me entiendes— coloqué mis manos en mi cintura.

—Tú ganas, Lahey— solté un grito ahogado de alegría y comencé a saltar como niña pequeña.

—Gracias— salté a sus brazos y besé su mejilla con cariño.

—Sí, sí, como sea— me bajó de sus brazos y rodé los ojos.

—Después te quejas de por qué no te doy cariño— negué riendo y me alejé de él para ir a mi clase de francés.

Ese chico nuevo es muy guapo, en serio, me habían hablado de él, de su físico, pero no sabía que iba a sobrepasar los límites de ser atractivo.

Sonreí inconscientemente y entré al aula, esta sería la mejor noche de todas y si mi hermano se da cuenta de lo que pasó...matara a Liam.