One-shots•Teen Wolf

44.Stiles Stilinski

(2da parte del OS 31)

—Oye, Mari— llamé a la azabache que estaba a unos metros de mí y ella se giró con una sonrisa —Necesito que me ayudes con la mesa seis— la azabache asintió y besé su cabeza repetidas veces, era mucho más pequeña que yo y me daba ventaja.

—Ya basta. Es mucho amor viniendo de ti— frunció el ceño divertida y ambas explotamos en risas.

—No se distraigan. Sigan trabajando— la voz le pertenecía a la dueña del restaurante en el que trabajaba desde hace meses atrás, su seriedad me recuerda tanto a alguien...que no podía recordar —Parks, ve a trabajar si no quieres que reduzca tu paga— asentí soltando un suspiro, era tan agotador este trabajo.

Acomodé mi cabello y tomé una pequeña libreta entre mis manos para dirigirme a la mesa con los nuevos clientes.

—Buenas noches. Bienvenidos a Bri's Restaurant— le sonreí al grupo de chicos que estaban en la mesa y uno de ellos paró de reír y sin quitar su sonrisa me miró —Seré su camarera esta noche. ¿Desean algo mientras piensan qué comer?— todos asintieron con la cabeza y les di mi mejor sonrisa —Permiso— caminé hasta la cocina para tomar una bandeja de rodajas de pan y unos pequeños recipientes de salsa, coloqué todo en una bandeja y salí de la cocina con una sonrisa, amaba mi trabajo.

Dejé la bandeja de pan sobre el centro de la mesa de los clientes de esta mesa y a un lado las salsas, todos seguían mirando el menú, menos un chico que conocía y cuando iba a irme me tomó del brazo.

—Oye, Stella, ¿estás segura de que no me darás una oportunidad?— escuché la risa de los demás chicos y me sonroje.

—Ya te dije que no puedo. No estoy buscando nada, Jake— me dio una sonrisa algo forzada y me alejé de la mesa.

Narración omnisciente

La verdad es que su corazón le pertenecía a alguien más...alguien que no conoce, pero que sigue en sus recuerdos cada día. No veía su rostro por lo borroso que eran los recuerdos, pero su corazón seguía queriendo a ese chico que tanto había amado.

Siguió atendiendo a otros clientes y llevando comida mesa por mesa hasta que faltaban catorce minutos para que su turno se acabara. Luego se dirigió a una mesa de clientes recién llegados y que a su parecer eran nuevos, jamás los había visto por el restaurante...pero sus rostros se le hacían familiares.

—Buenas noches. Bienvenidos a Bri's Restaurant— le sonrió al grupo de amigos que estaban ahí, tenían una vestimenta algo informal y a la chica le pareció un poco raro porque la dueña no permite eso en el restaurante —¿Desean que tome su orden o necesitan tiempo para pensar?— todos negaron con sus cabezas y le entregaron los menús a la que sería su camarera esa noche, los tomó con una sonrisa y al ver a su mejor amiga Mari, pasar por ahí se los entregó y la azabache le ayudó un poco, la rubia tomó la libreta en sus manos y el bolígrafo para mirar a los jóvenes —¿Qué desean?

Los chicos le dieron su orden y la pequeña chica fue a la cocina para que la prepararan, siguió atendiendo a otras personas en el restaurante y cuando tuvo un poco de tiempo libre, porque sólo quedaba el grupo de chicos jóvenes, los miró con detenimiento.

—¿Qué sucede?— la azabache notó la mirada que la rubia le daba al grupo en la mesa y decidió hacer lo mismo.

—¿Habías visto antes a esos chicos?— la azabache frunció el ceño observando sus rostros y perfiles de todos y negó con la cabeza —Se me hacen conocidos— la rubia escuchó una campana sonar detrás de ella y unos cuantos platos estaban en la barra, las órdenes de los chicos.