55.Isaac Lahey

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El timbre sonó indicando el final de la clase. Me levanté de mi asiento y solté un largo suspiro antes de colgar mi mochila en el hombro.

Estoy agotada, estoy cansada y harta de estudiar. No he podido dormir bien porque había estado estudiando durante dos semanas.

—Luna, ¿todo bien?— preguntó una voz detrás de mí y forcé una sonrisa antes de girarme hacia él.

—Si, claro que sí— puse atención en mi casillero y fruncí levemente el ceño sin saber cómo llegué aquí —¿Por qué la pregunta?— saqué mis libros de mi mochila y los guardé en el casillero.

—Curiosidad— de reojo pude notar que se encogió de hombros y mordí mi labio inferior.

Sin más, el chico con rasgos latinos se fue dejándome completamente sola en los pasillos.

Resople cansada y triste...¿Por qué? Porque resulta que acabo de reprobar todos mis exámenes. Todas esas noches de estudio ignorando a mis amigos y a mi novio, incluso a mi familia...todo se fue al demonio.

—Maldita sea— murmuré para mí misma dando un leve golpe en el casillero y sentí mi cabeza doler con intensidad...algo que causa la falta del sueño completo de una persona.

¿Saben? Ser adolescente es una mierda, tienes que lidiar con tus hormonas, con el acné, con las clases que no logras entender...y la peor parte es cuando estás a punto de ir a la universidad...sin saber a dónde ir o qué estudiar y yo...ya estaba jodida por reprobar esos malditos exámenes.

Recargué mi frente del casillero y cerré mis ojos con cansancio, solté un bostezo sin poder evitarlo y talle mis ojos para alejar el sueño de mi cuerpo.

—¿Te encuentras bien?— preguntó alguien a mi lado que me hizo sobresaltar y me enderece en mi lugar, abrí mis ojos y sonreí.

—Claro— cerré mi casillero y el chico inclinó la cabeza hacia un lado, sospecha de mi mentira...¿y cómo no si mi novio es un hombre lobo y sabe cuándo miento?

«Que estúpida».

La verdad...es que simplemente quiero ir a mi casa, encerrarme en mi habitación, tumbarme sobre mi cama y llorar sin parar...y creo que ya saben la razón por la cual estoy tan triste.

—Linda— intenté volver a sonreír, intenté que me creyera...pero creo que me salió una mueca y me descubrió —No estoy enojado contigo, tranquila. Entiendo que tenías que estudiar para los exámenes de esta semana y estoy orgulloso de ti porque sé que los pasarás— muy bien, al parecer no se dio cuenta de mi estado....pero eso fue muy lindo —Sé que pasaste día y noche estudiando para mejorar tus calificaciones, así que quise darte una recompensa por tu trabajo duro— sacó una caja detrás de su espalda y ésta tenía un envoltorio de regalo y un moño arriba —Recompensa por haber trabajado muy duro en todas estas semanas.

Miré la caja entre sus brazos notando cómo estaba perfectamente envuelto en papel de regalo de color plata, aunque podía ver ciertos pedazos de cinta donde no hacía falta, en la tapa de ésta había un gran moño de color negro con puntos blancos y podía ver alrededor de la caja unos corazones y pequeños dibujos sobre el papel.

No puedo creerlo. ¿Él hizo todo esto...para mí? ¿Como una recompensa por mi duro trabajo? ¿Una recompensa por haberlo ignorado estas semanas?

Mis ojos se cristalizaron pensando que había puesto todo su esfuerzo en ese regalo, pensando en todas las veces que estuvo herido porque lo rechazaba...en todas las veces que siempre lo echaba de mi casa porque tenía que estudiar y no podía distraerme...todo eso para que yo lo estropeara todo.

—¿Luna?— sorbí mi nariz sintiéndome peor conmigo misma —¿Fue mucho? Yo...lo siento...de verdad n-no quería...— lo interrumpí con un sollozo que salió de mi garganta —Sé que no te gusta lo cursi, pero yo hice esto para que vieras que yo si valoro tu trabajo duro— me sonrió dulcemente, algo que hizo que soltara en llanto y agradecía a que las clases de hoy se hayan terminado.

One-shots•Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora