One-shots•Teen Wolf

41.Liam Dunbar

¿Se puede extrañar tanto a alguien en la vida? Porque justo ahora estoy muriendo porque extraño demasiado a una persona que se volvió muy importante para mí hace algunos años atrás y...me enamoré de él en el momento equivocado.

Me fui de Beacon Hills en cuanto supe de la relación que tenía Liam con una chica, no recuerdo su nombre ahora...pero sé que debe ser una buena chica como para que él se terminara enamorando de ella. Bien, les contaré la pequeña historia que tengo con el cachorro de toda la manada...Liam Dunbar.

Había una vez una chica que tenía unos grandes amigos que la apoyaban en todo, y uno de ellos cometió una estupidez...porque mordió a un niño para salvarlo de su posible muerte en el hospital luego de que le rompieran la pierna. Estuvo ahí cuando Scott secuestró a Liam y la noche de luna llena lo llevaron a una cabaña para que no matara a nadie esa noche, estuvo en cada risa y almuerzo con él hasta volverse muy cercanos, a pesar de la gran diferencia de edad, esa chica era yo.

Liam y yo nos volvimos inseparables y estábamos el uno para el otro...siempre. Un día me di cuenta de lo lindo que eran sus ojos al mirarlo a los ojos con detenimiento y amaba como sus ojos se volvían del color ámbar, su sonrisa era la más hermosa que pude haber visto en algún momento...y me di cuenta de que...me enamoré perdidamente de él, estuve ahí para todo, incluyendo las noches de luna llena y siempre me ponía en riesgo para que él estuviera bien.

Los meses seguían pasando y mis sentimientos siguieron creciendo, pasamos muchas cosas juntos y para estar unidos, jamás se dio cuenta de lo que sentía por él y decidí un día contarle todos mis sentimientos hacia él hasta que me dijo que le gustaba una chica y todo se fue a la mierda en cuanto me lo dijo y por eso me quedé callada.

Estaba en mi último año de preparatoria y había enviado solicitudes a muchas universidades en diferentes partes del mundo porque no quería quedarme por siempre en ese pueblo, ayudé a Liam a conquistar a la chica y un día me llegó una carta donde fui admitida...había entrado en una muy lejos del pueblo en el que nací y decidí aceptarlo porque ya no tenía una razón para quedarme.

—Ya es tiempo de que me vaya— les di una sonrisa a todos mis amigos y mi familia —Mi vuelo sale en unos minutos— miré el reloj en mi muñeca y me levanté de la silla.

—¿En serio tienes que irte?— preguntó la rubio fresa con sus ojos cristalizados y asentí —Debe haber otra forma de que entres a la misma universidad que yo o de alguno de nosotros...no te dejaré ir así, Rose— tomó mis manos y sin previo aviso, me abrazó.

—Lydia, no puedo. Intenté de todas las formas posibles y sólo pude entrar a una— la separé de mí para mirarla a los ojos y le sonreí —Prometo llamarte todos los días— volví a abrazarla con más fuerza.

—Pero dijiste que habías sido admitida en...— mi mamá cubrió la boca de mi hermano para que no hablara y me tuve que separar de mi amiga para fulminarlo con la mirada sin que nadie se diera cuenta.

—¿Qué?— preguntaron todos al unísono y solté una leve risa, ¿dije que había sido admitida en una universidad? Lo siento...logré entrar a tres, pero todas eran aquí y no quería quedarme a ver cómo Liam y...ella tenían una linda historia de amor.

—Lancaster es una oportunidad maravillosa, cariño. Que pena que fue la única universidad que sabe lo valiosa que eres— mi madre me miró con una sonrisa y asentí de acuerdo con ella.

—Pero...— mi padre le dio un leve golpe en el brazo a mi hermano para que se callara y soltó una risa.

—Creo que tu vuelo sale en menos de tres minutos, cariño— mi madre se llevó a mi hermano a otro lugar lejos de nosotros y solté un suspiro aliviada.