One-shots•Teen Wolf

36.Jordan Parrish

—Vamos, Malia— tomé su brazo soltando una risa y ella me gruñó como animal y rodé los ojos.

—No me necesitas, Lila— bufó enojada y negué con la cabeza.

—Cierto, pero como eres mi amiga te obligare a venir conmigo— hice que se metiera en el auto y cerré su puerta para que no pudiera escapar...aunque sabía que era en vano —Oh vamos, lo necesito— encendí el auto y me puse camino hacia dónde estaría mi gran y fiel amigo, Scott.

La coyote siguió bufando y maldiciendo en silencio, hasta Scott podía escucharla desde donde estaba. Solté una risita mirando el camino por lo divertida que puede ser mi nueva amiga algunas veces.

Seguí conduciendo hasta donde me esperaban para entrenar, no quería hacerlo y para eso quiero que me acompañe Malia, para no sentirme tan inútil después de todo.

Al llegar me estacioné frente a la casa Hale que ahora estaba en casi perfectas condiciones, salimos del auto y nos encaminamos hacia nuestro alfa.

—Hola, chicas— nos dedicó una gran sonrisa que podría derretir a cualquier chica, pero no a mí...yo ya tenía novio y lo mejor es que es el hombre más atractivo de todo Beacon Hills.

—Hola, Scott— saludé sonriente y le di un codazo a la coyote para que dijera algo —Viene en contra de su voluntad, por eso está de malas— rodé los ojos divertida y reímos.

—Está bien, pueden ir a cambiarse adentro— asentí y tomé el brazo de la morena para arrastrarla hasta el auto nuevamente y saqué una mochila deportiva.

Tomé el brazo de la morena y la arrastré hasta la gran casa, abrí la primera puerta que me encontré al subir las escaleras y entramos, le extendí algo de ropa a la coyote que aceptó a regañadientes y nos cambiamos.

—Por favor, Malia. Necesito a mi amiga en esto— le supliqué juntando mis manos y le hice mi mejor expresión de cachorrito.

—Bien, vamos— tomó mi mano y me llevó fuera de la casa, soltó un gruñido de su lado animal mirando al frente y fruncí el ceño.

—¿Qué sucede?— pregunté intentando ver por su hombro o estar a un lado y sus brazos no me dejaron salida —Malia, ¿qué pasa?— comenzaba a molestarme por no darme paso y no me deja ver nada.

—Vámonos. Entrenaremos por nuestra cuenta— se giró hacia mí e incliné mi cabeza —Ahora— ordenó con su voz algo profunda que me dio miedo.

—Malia, por favor. Vine aquí en primer lugar para distraerme del mundo— la fulminé con la mirada —Jordan ha estado distanciado de mí desde hace unas semanas y quiero despejarme y desquitarme— solté un suspiro e hice a un lado a la coyote, mis ojos se abrieron como platos y sentí una opresión en mi pecho y unas grandes ganas de llorar.

Jordan y Lydia están entrenando juntos, no es que eso me moleste...me molesta el hecho de que están besándose frente a mí y mi novio la tomaba de la cintura con fuerza, podía notar la fuerza con la que la tomaba y desvíe la mirada.

—Lila, yo...— cerré los ojos para calmarme y luego los abrí al sentir su mano en mi hombro —Vámonos. No quería que vieras esto— sus ojos me demostraban tristeza y asentí.

—Lila, perdón yo no sabía...— Scott vino en mi ayuda y le di una sonrisa débil.

—Tranquilo, no tienes la culpa de que mi novio sea un completo idiota— volví a mirar a la pareja y parece que se comían frente a mí, sentí algo romperse dentro de mí y me giré —Vamos, Mal— caminamos hacia el auto y dejé la mochila atrás, pegué mi cabeza al volante intentando calmar mis ganas de llorar...no iba a hacerlo frente a ella.