46.Isaac Lahey

5.1K 250 22
                                    

—¡Cuidado!— exclamé antes de chocarme con un chico rubio, ambos caímos al suelo y escuché un quejido de su parte, sobé mi cabeza un poco adolorida y miré al chico avergonzada —Lo lamento. No podía controlar la bicicleta...yo...— no terminé de hablar porque al ver sus ojos me quedé un poco ida —Lo siento...— desvié la mirada avergonzada.

—Ve por donde vas la próxima vez— yo estaba en el suelo mientras que él estaba sobre mi cuerpo, se levantó y sacudió su chaqueta para mirarme con odio —Idiota— murmuró antes de comenzar a caminar hacia la entrada de la escuela.

—Tú deberías ver por dónde caminas, imbécil— me levanté del suelo y sacudí la falda de mi vestido, por suerte había decidido ponerme unos shorts abajo —Pero que caballero— murmuré para mí misma sarcástica y tomé mi bicicleta del suelo para dejarla en el estacionamiento.

Hace un par de días había aprendido a andar en bicicleta y estaba practicando. Hoy no quería ir caminando y mis amigos al parecer me dejaron plantada porque nunca llegaron, así que tomé mi bicicleta y pedaleé hasta la escuela...cosa que no fue buena idea, es mejor que me vaya caminando a casa.

Entré a la escuela llevándome algunas miradas de muchos estudiantes y me sentí un poco intimidada por la atención, me coloqué las gafas oscuras y caminé por los pasillos hasta llegar al que sería mi casillero.

—¿Por qué esta mierda no abre?— puse la combinación del casillero, pero no se abría, intenté abrirlo y no lo conseguí —Maldita sea— golpeé con algo de fuerza el casillero enojada y sentí muchas miradas sobre mí...de nuevo.

—Déjame ayudarte— una chica rubia vino en mi rescate y le di una sonrisa agradecida —El casillero tiene un truco para abrirse— le dio un par de golpes al casillero, al abrirlo le dio un pequeño empujón hacia arriba —Listo— el casillero se abrió y suspiré aliviada.

—Gracias, en serio— coloqué mi mochila en el casillero y la rubia seguía ahí —¿Cómo te llamas?— pregunté para que el momento no se hiciera tan incómodo y ella seguía sonriendo...de una manera algo intimidante.

—Soy Erica— me extendió su mano y la tomé con una sonrisa —No te he visto nunca por aquí, así que creo que eres nueva...¿cierto?— asentí y comencé a sacar algunos cuadernos que necesitaría en un par de minutos.

—Sí, algo así— sonreí un poco forzada y tomé mi horario para mirarlo —¿Sabes dónde está el laboratorio de química?— ella asintió y con un movimiento de cabeza me dijo que la siguiera, tomé mi mochila para cerrarla y luego cerré mi casillero para seguir sus pasos —Oh por cierto, mi nombre es Katherine...pero puedes decirme Kat.

—Kat...¿gato en inglés?— asentí soltando una risa mientras caminábamos —Me gusta— noté su manera de caminar, podría apostar a que todos los chicos de toda la escuela querían estar con ella, es hermosa...y su manera de caminar es...como si fuera la diva de toda la escuela —Llegamos, luego conocerás al maestro Harris.

—Claro, gracias por la ayuda— soltamos una risa y entramos al laboratorio, al entrar unos ojos color miel y otro de color cafés se cruzaron con los míos —Me salvaste la vida— ella sonrió y caminé hacia los chicos que tanto conocía —Oigan, idiotas. Gracias por dejarme plantada en la mañana— los miré enojada y golpeé sus cabezas.

—Lo lamento. Fue por una buena causa, Kat— rodé los ojos y volví a golpearlos —Me lo merecía— murmuró y decidí darle otro golpe con un poco más de fuerza —¡Basta!— exclamó y aguanté la risa.

—¿Cuál es tu excusa, cachorro?— pregunté inclinándome hacia el castaño de ojos marrones amenazante y me quité las gafas oscuras, y el chico se puso nervioso —Te mereces más golpes que Stiles, así que habla— el pecoso intentaba no reírse por la manera en la que amenazaba a su mejor amigo.

One-shots•Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora