Y vaya que estábamos teniendo un día largo.
El trabajo era el doble y no entendí la razón hasta que el señor Park y mi abuela dijeron casi al unísono: "Reunión de emergencia."
— ¿Qué es una reunión de emergencia? —pregunte algo cohibida por la presencia de mi jefe a una hora tan temprana y en medio de la cocina con un vaso con agua de naranja en las manos.
—Es una especie de reunión familiar. —dijo el señor Park y mi bisabuela se giró a verlo asombrada porque él haya respondido. —Aunque también vendrá gente que trabaja para mí, como Namjoon e Ivana, para hacerles un comunicado.
Asentí y me sentí bien por dentro porque él estuviera cumpliendo su palabra. Hablaba con tranquilidad sin cohibirse por mi presencia.
—Si...—siguió mi abuela sin despegar la mirada del señor Park para luego verme a mí. —será el fin de semana y debemos tener el castillo impecable, al igual que tener listos los preparativos.
Después de ello mi abuela hizo una lista más larga de lo normal para mí y me fui escondiendo mi mueca de fastidio con Pinky a mi lado, dejando a mi abuela con el señor Park en la cocina.
Estuve el resto de la mañana haciendo más de lo mismo, más rutina aburrida. Limpiar, sacudir, soportar a Pinky y el dolor de mis pies, cosa que aun detestaba, pero ya era algo más pasable...eso o estaba comenzando a perder la sensibilidad de los pies.
Me la pase entre varios salones y parte del jardín antes quedar totalmente agotada para la hora del almuerzo, pero había algo que me tenía inquieta: me sentía observada y no precisamente por Pinky, que ya me había acostumbrado a su juzgadora mirada. Incluso me sentí observada mientras terminaba de comer mi almuerzo y luego lavaba los platos en el fregadero.
Decidí ignorarlo y seguir con mi trabajo. Aún faltaban muchas cosas por hacer y no pensaba que me vieran como una vaga.
—Necesito que me ayudes con algo. —me dijo mi bisabuela justo antes de marcharme de la cocina y me sorprendió, ella jamás me pedía ayuda. —tengo que llevar algunas cosas para las habitaciones de los hermanos del señor Park y no puedo llevarlo todo.
Mire la lista y ella se apresuró a decir: —No va a tomar mucho tiempo.
Suspire resignada y asentí. Si había algo que no podía hacer era decirle que no a mi familia, amigos o alguien que le tuviera mucho cariño. Algunos dirían que es algo lindo y tierno, pero yo lo veía como un defecto en ocasiones... ya había salido lastimada varias veces gracias a ello.
Mi abuela me llevo a la habitación de servicio para tomar un carrito y guardar varias sabanas limpias en los compartimientos, además de varios utensilios extraños a mi parecer para dejar en una habitación cualquiera, como: cloro, una linterna, un pequeño cofre negro, entre otras cosas.
No hice ninguna pregunta al respecto, más por curiosidad a que mi bisabuela quiera que la ayude a que quisiera quedarme callada en realidad; incluso guarde silencio cuando me dijo que llevara el carrito y ella tomaba otro cofre más grande entre sus manos.
Luego me llevo hasta una parte del castillo a la que nunca había ido. Estaba entre la sala de servicio y una puerta trasera que daba al jardín que era la designada para que entraran los empleados; allí había otra puerta un poco más grande. Mi abuela la abrió y solté un sonido de sorpresa: era un ascensor.
—Es un ascensor solo para emergencias o si vas a subir cosas muy pesadas, así que ni se te ocurra usarlo para cualquier cosa. Al señor Park le da dolor de cabeza el sonido que hace.
— ¿Hay algo que no le cause dolor de cabeza? —dije sin pensar y ella me lanzo una mirada reprobatoria. —lo siento.
Subimos al ascensor con el carrito y vi el panel que indicaba que llegaba a las seis plantas existentes del castillo. Interesante.
ESTÁS LEYENDO
En tus venas (Saga Paranormal #5)
Hayran KurguAgneta después de dejar la universidad por falta de dinero para poder pagarla, acepta una oferta de trabajo de su bisabuela en Alemania. El problema es que ella no sabe quién o qué es su jefe, y lo peor de todo es que ella termina locamente enamorad...