Entre al despacho de Jimin después de ver que no había moros en la costa. Con sus hermanos en las prácticas y mi abuela en la sala de servicio, estaba todo despejado.
— ¿Quién crees que estuvo en mi habitación? —dije poniendo ambas manos en su escritorio mientras lo veía mirar unos papeles con una expresión seria y masajeando su cien. —ya la revise, dos veces, y no me falta absolutamente nada. Ni siquiera hay algo fuera de su sitio, esta tal y como lo deje anoche antes de ir a tu habitación y como lo deje esta mañana después que me arregle para trabajar.
Dejo los papeles en el escritorio con un suspiro y se puso de pie para inclinarse hacia adelante y quedar cerca el uno del otro.
—No lo sé, pero voy a averiguarlo. No te preocupes. —dijo antes de darme un beso suave en los labios y volver a sentarse en la silla con una leve sonrisa.
— ¿Cómo?
—Namjoon. Es bueno descubriendo ese tipo de cosas gracias a Ivana y su demonio Jaden.
— ¿Demonio Jaden? ¿Qué es eso? —respondí recordando la forma real de Rafael, un monstruo de 3 metros de solo baba negra. Imaginar que iba a conocer a otro-o quizás ya conocía, no lo sabía- no era algo agradable para mi nariz. —además, ¿Por qué estás tan calmado?
Jimin palmeo su muslo con una sonrisa y me fue inevitable calmar un poco mis nervios, sentarme en sus piernas mientras lo abrazaba y recostaba mi cabeza entre su hombro y cuello. Se sentía bien y más al sentir su aroma característico de madera y metal. Eso sin contar que una de sus manos me acariciaba la cadera y la otra el muslo, mientras su cabeza descansaba sobre la mía.
—Te cuento después, justo ahora estoy muy cansado.
Deje un pequeño beso inocente en su cuello y lo mire.
— ¿Tan mal te deje anoche? —le dije burlonamente repitiendo lo mismo que me había dicho en la mañana y sonrió volviendo a darme un beso, solo que este era un poco más largo.
—Créeme, si me lo pidieras de nuevo ahora. —me tomo del cuello y comenzó a besarme allí hasta subir a mi oído y comenzó a susurrar: —te hago el amor de nuevo y donde tú quieras.
Sonreí de manera nerviosa, era algo que no podía evitar, era la costumbre. A pesar de ello no pude evitar que mi cuerpo reaccionara y sintiera la necesidad de volver a tocarlo y dejar que me tocara. Lo mire a los ojos y sabía que le pasaba lo mismo...pero debía meter el freno, en ese momento no podíamos, debíamos cumplir con ciertos deberes y no podíamos dejarlo de lado, ya tendríamos tiempo para hacer lo quisiéramos en su habitación.
—Más tarde. —le dije dulcemente delineando sus labios con mi dedo pulgar para luego acercarme y darle un beso suave, uno que dejaba claro lo bien que me sentía a su lado y el cariño que le tenía.
—Está bien, mi niña.
Sonreí y tuve el pensamiento de irme para seguir con mis deberes, hoy debía bañar a Pinky antes de cualquier otra cosa, pero me entretuve al ver su escritorio.
— ¿Qué es esto? —dije mirando varias cartas y su correo electrónico abierto en su laptop con miles de notificaciones. — ¿No me digas que debes leer todo eso?
—Por desgracia sí. Son las quejas del concejo por mi decisión de ser imparcial en la guerra que se ha tomado contra el cielo y me dan ciertos consejos para no dejarme llevar por mis raíces. —dijo sin importarle que estaba tocando sus cosas, a él solo parecía importarle hacerme cariño. — es una de las muchas desventajas de ser el rey. Debo escuchar o conocer la opinión de la gran mayoría.
Fruncí el ceño al ver que una de las cartas dejaba en claro el desconcierto de que Jimin se juntara con humanos. No me gustaba como sonaba eso.
— ¿Quieres que te ayude? —detuvo sus caricias en mis brazos de golpe y me miro haciendo que me sonrojara. —digo, si tu lees las cartas y yo los correos electrónicos terminaras más rápido. Puedo hacerte un extra resumen de cada uno si quieres...o, mejor me callo y me voy.
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En tus venas (Saga Paranormal #5)
FanfictionAgneta después de dejar la universidad por falta de dinero para poder pagarla, acepta una oferta de trabajo de su bisabuela en Alemania. El problema es que ella no sabe quién o qué es su jefe, y lo peor de todo es que ella termina locamente enamorad...