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Me estire como hacía siempre antes de abrir los ojos, pero una de mis manos choco con...

Abrí los ojos de golpe y vi al señor Park acostado de medio lado con la sabana hasta la cintura con mi mano en su pecho y mirándome con una expresión divertida y... ¿alegre?

Al principio me sentí desorientada al verme en la cama con él, pero luego los recuerdos volvieron: mi rabia, su desconcierto, mis insultos y los besos. Perdí la cuenta de las veces que me había besado y sus manos acariciándome como si fuera un trozo de cristal, pero no fue lo único que hicimos, también hablamos hasta caer dormidos como si fuéramos dos niños pequeños que se preguntan su color favorito y cuál era su cantante favorito.

— ¿Sabías que te mueves mucho mientras duermes?

Me sonroje y asentí. Ya antes me lo había dicho mi ex novio y mi hermano cuando nos tocaba compartir la cama porque nuestros primos nos visitaban y debíamos dormir varios en una sola cama porque mi casa era demasiado pequeña para lo grande que era mi familia, pero nadie se quejaba, a excepción de mi hermano Andrés que decía que no podía despertar sin recibir un golpe de mi parte.

—Lo siento... ¿Lograste dormir algo? ¿Te golpee?

Se encogió de hombros.

—Algo y no, no lo hiciste. —dijo mientras estiraba la mano y acariciaba mi cabello haciendo que el corazón volviera a tener el mismo ritmo errático que la noche anterior, aun así pude notar que me había mentido con lo de dormir y los golpes.

Quite la mano de su pecho y la tome con mi otra mano, como si la estuviera regañando. No era como si ahora por habernos besado hasta la saciedad y dormir juntos fuera lo que se necesitaba para tocarlo a mis anchas pensando que él lo querría. Yo más que nadie sabía eso.

— ¿Tu dormiste bien?

Asentí al instante mirándolo a los ojos sin poder creer todavía lo que había pasado entre nosotros. Fue tan espontaneo y ninguno se contuvo en demostrar que nos gustaba y queríamos aquello, pero ahora tenía miles de preguntas e inseguridades martilleando mi cabeza: ¿Qué debo hacer ahora?, ¿Le digo que me gusta o ya quedo de manera explícita?, ¿Cómo será nuestra relación de ahora en adelante?

Su mirada tampoco era muy diferente a lo que yo podía estar transmitiéndole, también tenía dudas.

Quise arriesgarme de nuevo, ser valiente como la noche anterior y hablar con la verdad por delante, pero de manera entretenida mire hacia la ventana a su espalda y vi la luz de la mañana entrar de manera suave, eran los primeros rayos del sol.

— ¡La puta madre! —dije poniéndome de pie de un salto haciendo que el señor Park me mirara sorprendido. — ¡Se supone que debo estar ayudando a mi abuela en este preciso momento!

Me coloque los zapatos a la velocidad de luz y luego me hice una cola para mantener sujeto mi enredo de cabello.

¡Mi abuela va a matarme!

El señor Park se puso de pie y me sostuvo de los hombros en el momento justo que me acercaba a la puerta y me hizo mirarlo a la cara de nuevo. Sentí que se me detuvo el corazón, la respiración, todo, cuando note por primera vez un chupón en su cuello...hecho por mí. Debía admitirlo, se veía demasiado sexy con eso y con el cabello despeinado mientras sus ojos delataban que estaba recién levantado.

—Respira. — Me dijo con la voz suave y solo con eso, junto a su mirada, me hicieron perder un poco de tensión por lo de mi abuela, pero me hizo sentir un calor extremo en el cuerpo.- Tranquila. Aun tienes tiempo de llegar.

Una de sus manos viajo hasta mi mejilla y me brindo una caricia con sus nudillos antes de bajar su rostro y besarme... Otra vez.

Su lengua delineo mi labio inferior y luego me beso de nuevo de manera suave. Fue allí que acepte todo: ¡Me estoy besando con el señor Park y me gusta!

En tus venas (Saga Paranormal #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora