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Desperté varias veces luego. Una vez mientras aún estaba en el cuarto frío con todas las luces fluorescentes sobre mí, pero eso no me despertó por completo y tampoco lo hizo la mirada reprobatoria que mi bisabuela le lanzaba al señor Park mientras este le decía algo que no llegue a procesar. La segunda vez estaba moviéndome mientras un aroma peculiar me rodeaba, subí la mirada con algo de esfuerzo y note que el señor Park me llevaba en sus brazos hasta mi habitación en medio del pasillo completamente oscuro del castillo. Ahora despertaba en mi cama con la luz del sol entrando por la ventana y con una bandeja con el desayuno en mi mesa de noche junto a una nota de mi bisabuela que me pedía que me tomara el día, pero que no saliera de la habitación.

Vaya, mierda.

Rodee los ojos, me sentí igual o peor que cuando llegue al castillo. Vestida con la bata blanca que había odiado desde el primer momento y con muchas dudas de que había pasado después que quede inconsciente.

Me quite la bata quedando solo con mis bragas y me mire los brazos, no tenía ninguna marca del desastre de la noche anterior y eso por un lado me tranquilizaba, hubiera odiado quedar con unas marcas en mis brazos por culpa de Pinky.

Perro asqueroso.

Agradecí no tenerlo allí, si no, lo más probable es que lo tiraba por la ventana.

Antes de comenzar a comer me cambie con mis pantalones amarillos, la camisa que usaba de pijama y las sandalias que me había regalado el señor Park, que estaban sin rastros de sangre y a un lado de mi cama. Luego decidí tomar una siesta, me la merecía, y desperté para después de almuerzo y me encontré igual con la bandeja con mi comida en la mesa de noche, solo que esta vez la nota era del señor Park.


"Espero se encuentre mejor, no me gusta cuando alguien cercano se hace daño y también deseo que su miedo hacía mí no haya aumentado. Después de comer me gustaría que viniera a mi despacho para hablar sobre el accidente y tener nuestra conversación que no pudimos tener por ello. No tengo problemas en hacerlo de día si a usted no le importa, en caso de que no esté de acuerdo entonces nos vemos esta noche a la hora de siempre.

Atte. Park"


Mi corazón se aceleró y me sonroje al instante al recordar la escena de él cargándome al estilo princesa hasta mi habitación. Me tire a la cama de espalda y mirando el techo por un segundo, tome una almohada y grite contra ella sintiéndome como una niña al sentirme pequeñita por recordar su pecho contra mi mejilla.

Esto era ilógico, jamás había tenido a algún jefe, profesor o persona mayor como crush...por supuesto que Chayanne no contaba, eso era clase aparte. Mi atracción por el señor Park había nacido tan de repente que ni siquiera yo estaba entendiendo porque estaba sintiendo aquello, pero debía parar. Debo recordar que en un par de meses volveré a Caracas y me romperá el corazón dejarlo...no quiero ese dolor.

A regañadientes comencé a comer mientras mi estómago sentía, no mariposas, sino un zoológico completo por los nervios y ansias de verlo.

Ridícula, Agneta. Eso es lo que eres.

Escuche un trueno y note como el cielo se comenzaba a tornar oscuro de a poco, cuando tuve que salir de mi habitación ya había comenzado a llover a cantaros haciendo que los pasillos y ventanas del castillo fueran más tétricas de lo normal.

Subí hasta el despacho y choque con la puerta abierta de esta. Ladee la cabeza y entre con algo de temor al despacho que tenía las velas y luces apagadas.

— ¿Señor Park? — lo llame bajito y no vi nada, pero me sorprendí al ver una de las cortinas corridas dejando un enorme balcón a la vista, además de ello el señor Park estaba de pie a un lado mirando la lluvia caer.

En tus venas (Saga Paranormal #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora