Debo estar completamente desquiciado para involucrarme en esta locura. Pero TN es mi mejor amiga, y si él la hace feliz, no me queda más remedio que apoyarla, por más que me duela verla metida en algo tan peligroso. Al final, de eso se trata la amistad, ¿no? Si ella es feliz, yo también lo soy. Aunque, a veces, cuesta entender por qué insiste en estar con alguien como él.
Mientras me dirijo a su casa, no puedo evitar preocuparme un poco. TN no me ha respondido en todo el día, lo que ya de por sí es raro. Llamé incontables veces, pero nada. Ni siquiera un mensaje. Hace apenas unos momentos intenté de nuevo, con la misma respuesta: silencio. Tal vez solo necesita un respiro, o simplemente está ignorándome como suele hacerlo cuando quiere espacio. Pero mi instinto me dice que algo está mal, que hay algo más.
Llegué a su casa y toqué la puerta con la esperanza de que simplemente estuviera distraída o dormida, aunque sabía que TN rara vez se dormía temprano, y menos hoy, cuando tenía un documento importante que entregar mañana. Pero no hubo respuesta.
—Qué raro... -murmuré para mí mismo, mientras volvía a golpear la puerta. Nada. Comencé a sentir una ligera opresión en el pecho. TN nunca había ignorado mis llamadas o mi presencia de esta manera.
Decidido a no rendirme, golpeé de nuevo, esta vez con más fuerza y urgencia. La preocupación empezó a escalar, mezclándose con un poco de ansiedad. Fue entonces cuando escuché su voz a través de la puerta, apagada, pero cargada de algo más.
—Ji-Jimin, vete... quiero estar sola —dijo, su tono quebrado, casi derrotado.
Mis ojos se entrecerraron con sospecha. Esa no era la TN que conocía. Algo en su voz me inquietaba profundamente. Intenté mantener la calma, pero mi paciencia ya comenzaba a agotarse.
-Niña, no me hagas enojar -respondí con mi tono más relajado, intentando no sonar preocupado-. Ábreme, te traje comida.
El silencio se hizo más pesado antes de que su respuesta llegara, esta vez cargada de furia.
—¡VETE YA!
Me quedé en shock por un momento. TN nunca me había hablado así. Esa explosión de emociones no era normal, y definitivamente algo andaba mal. Respiré hondo para no alterarme también.
—Ay, pero qué carácter, niña. Bien, me voy —dije con una mezcla de resignación e ironía—. Te dejo la comida afuera, por si te da hambre —deposité la bolsa en la puerta con algo de esperanza de que saliera—. Adiós, niña malagradecida —murmuré para mis adentros. No hubo respuesta, ni un sonido. Algo no encajaba.
Me alejé lentamente, pero una sensación persistente de inquietud me detuvo a unos metros de la casa. Sabía que algo no estaba bien. TN no era de las que se guardan las cosas, y aunque estuviera molesta, siempre encontraba la manera de hacerlo saber. Decidí esconderme detrás de unos arbustos, observando la puerta. Si no salía, la confrontaría. No me iría sin antes asegurarme de que estaba bien.
Pasaron unos quince minutos en los que el silencio dentro de la casa se hizo más opresivo. Cada segundo que pasaba aumentaba mi ansiedad. ¿Por qué no salía? ¿Por qué no decía nada? Estaba a punto de levantarme y golpear la puerta de nuevo cuando un grito desgarrador cortó el aire.
Era la voz de TN.
—¡Mierda! —grité internamente, mi corazón latiendo con fuerza. ¿Qué hago? Pensé en irrumpir por la fuerza, pero no sabía con qué me encontraría al otro lado. Entonces, una idea desesperada cruzó mi mente. Saqué el teléfono de mi bolsillo y marqué a quien jamás pensé que llamaría: Jungkook.
Sí, lo sé, se preguntarán por qué tengo su número. Digamos que una vez, en un ataque de curiosidad y un poco de rabia, tomé el teléfono de TN y me envié su contacto. Fue algo impulsivo, lo admito. Pensaba en enviarle mensajes insultándolo por lo idiota que había sido, pero al final nunca tuve el valor. Ahora que lo pienso, TN tiene razón: a veces actúo como un niño.
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Burning Desire | JJK ✓
FanfictionEn un mundo donde el amor debería ser libre, el de Jungkook y TN se convierte en algo prohibido, algo que deben ocultar. Una mala jugada del destino los ha convertido en amantes, su amor escondido en las sombras. ¿Podrán resistir los obstáculos que...