Burning Desire | JJK ✓

𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀 #2

Mi nombre es Jeon Jungkook, y podría decirse que soy un chico “normal”. Estudio, hago deporte, salgo con amigos, lo típico de un joven de quince años, ¿no? Pero hay una parte de mi vida que no parece tan normal, o al menos, no lo es para mí: la manera desenfrenada en la que mi corazón late cada vez que estoy cerca de mi mejor amiga.

Sí, sé que suena como el típico cliché de enamorarse de la mejor amiga, pero no pueden culparme. Si la conocieran como yo la conozco, si vieran lo que veo cuando la miro a los ojos, también caerían rendidos. TN es... especial, mi persona especial.

Llevo exactamente tres años tratando de confesarle lo que siento, pero parece que el universo tiene algo en contra de que lo haga. Siempre pasa algo que arruina el momento. Como aquella vez en que estábamos a punto de besarnos, pero Gureum, mi perro, decidió vomitar frente a nosotros. Sí, maldito Gureum y su obsesión por comer gusanos. En fin, cada vez que intento declararme, el destino parece tener otros planes. Y hoy no será diferente. Es el cumpleaños de mi hermano menor, y para mi desgracia, todos sus amigos están detrás de “mi TN”, mirándola como si fuera el premio mayor.

—¡Jungkookie, ven! —Su voz suave y alegre me sacó de mis pensamientos. Corría hacia mí, con su risa ligera llenando el aire. Tomó mi mano, y sentí como si el tiempo se detuviera por un momento. Maldito corazón, ojalá TN no escuche lo rápido que late cuando está cerca.

—¡No! Me niego a ir con esos pervertidos que solo quieren besarte y hacer quien sabe qué más—, solté su mano y crucé los brazos, frunciendo el ceño en un intento desesperado por ocultar los celos que me quemaban por dentro.

TN me miró divertida, y una sonrisa juguetona apareció en sus labios. Dio un paso más cerca, levantó sus manos y atrapó mis mejillas entre ellas, apretándolas con cariño. Mi corazón se aceleró aún más.

—Oww, mi Kookie está celoso—, dijo en tono burlón mientras estrujaba mis mejillas.

—¡Yah! Suelta—, protesté, apartando sus manos suavemente, aunque en el fondo deseaba que nunca me soltara—. Mejor vete con tus nuevos mejores amiguitos.

Ella rodó los ojos con una mezcla de diversión y frustración antes de girarse hacia los demás. Por un segundo, su rostro cambió, como si algo más profundo cruzara su mente.

—Eres tan inmaduro, Jungkook—, murmuró antes de señalar a alguien entre la multitud—. Oye, mira, ahí llegó Jieun. ¿Cuándo piensas declarártele, eh, galán?

Su comentario me hizo fruncir el ceño aún más. Me sentía atrapado en una confusión constante, un tira y afloja en el que TN no podía ver lo obvio, o quizá lo veía y solo estaba jugando conmigo. Su voz parecía relajada, pero la forma en que desviaba la mirada me decía algo más.

—Agh, ¿cuántas veces debo decirte que no me gusta? Yo solo tengo ojos para una persona—, susurré lo último, sin atreverme a mirarla directamente.

—Mal amigo—, replicó, inflando las mejillas con fingida molestia—. Creí que nos contábamos todo.

Me mordí el labio, sintiendo cómo la tensión subía entre nosotros. Ella siempre lanzaba esas indirectas, jugaba con la situación como si no tuviera idea de lo que realmente sentía por ella. Pero lo sabía, lo sentía en esos pequeños momentos, como ahora, cuando nuestras bromas tomaban un tono más serio.

—Pues tú tampoco me dices quién es el tipejo que te roba el aliento—, repliqué, mi voz cargada de una ligera frustración—. Así que estamos a mano. Además, ya sé quién es.

Sus ojos se abrieron un poco más de lo normal, y por un momento, vi algo que me tomó por sorpresa: nerviosismo. TN, siempre tan segura de sí misma, ahora tenía las manos entrelazadas, jugando con sus dedos. Sus mejillas, normalmente serenas, estaban teñidas de un suave tono rosado.