。o○ XIV ○o。

21.3K 1K 217
                                    

Jungkook se sentía extrañamente en paz mientras escuchaba al abogado decir las palabras que tanto había esperado oír. A su alrededor, todo parecía moverse en cámara lenta, como si ese momento marcara el cierre de un capítulo oscuro de su vida. El hombre mayor extendió los documentos frente a él, mientras Misuk lo observaba desde el otro extremo de la mesa, con una mezcla de disgusto y frialdad en su rostro.

—Bueno, si ambas partes están de acuerdo, ustedes se encuentran legalmente divorciados. Solo necesito sus firmas.

Jungkook tomó la pluma, y firmó sin dudarlo. Cada trazo en el papel le quitaba un peso de encima, liberándolo de la carga que había llevado durante tanto tiempo. Del otro lado, Misuk vaciló por un segundo. Su mirada se clavó en el documento, como si la idea de dejarlo ir la incomodara, pero finalmente también firmó. No había sido fácil llegar a ese momento, y aunque ella parecía renuente, aceptó la realidad con la dignidad que tanto valoraba.

—Ahora sí, felicidades. Los declaro... ex esposos —soltó una pequeña risa—. Amo decir eso.

La incomodidad llenó el aire por un momento.

El alivio que Jungkook sintió no se tradujo en una sonrisa, sino en una quietud interna, la certeza de que, por fin, podía dejar todo atrás.

—Patético —murmuró Misuk mientras se levantaba bruscamente de su asiento, dirigiéndose a la puerta. Sin embargo, Jungkook no la dejó ir tan fácilmente y la detuvo con una mano en su brazo.

—Suéltame, rata —exigió ella, con una mueca de asco en el rostro.

Él la soltó, pero no antes de decir lo que tenía en mente.

—Quiero agradecerte por darme el divorcio, de verdad, gracias —dijo con seriedad, consciente de que había algo que necesitaba decir, algo que, aunque no la redimía, cerraba un ciclo.

Misuk lo miró de reojo, arqueando una ceja como si no pudiera creer sus palabras.

—No te confundas, Jeon. Solo te di el divorcio porque no quiero ser la burla de la sociedad. ¿Te imaginas ser la "cuerneada"? Ay, no, de solo pensarlo me da dolor de cabeza —soltó con un aire de desdén—. Solo quiero pedirte una última cosa —añadió, cruzando los brazos.

Jungkook la miró en silencio, esperando a que continuara.

—No hagas nada contra mi padre. Sé que estuvo mal lo que pasó, y todo eso, pero yo lo mantendré lejos de ustedes —dijo, bajando la voz al mencionar a su padre, como si supiera que la sombra de lo que él había hecho aún pendía sobre ambos.

Jungkook apretó los puños, recordando el rostro herido de TN en el hospital, el miedo que había sentido al pensar que podría perderla a ella y a sus hijos.

—Creo que "mal" queda corto. Casi mata al amor de mi vida —dijo, su voz cargada de gravedad.

Misuk soltó un suspiro impaciente, como si estuviera harta del tema.

—Mira, reencarnación de Romeo —dijo con sarcasmo—, si llegas a denunciarlo o hacer algo en su contra, el que tendrá problemas serás tú. Sabes bien que mi padre tiene mucha fortuna e influencias, y hagas lo que hagas, él no irá preso. Así que mejor resígnate y deja todo como está. Yo me encargaré de que no vuelva a acercarse a tu estúpida familia, solo mantente alejado.

Aunque sus palabras lo enfurecieron, Jungkook sabía que tenía razón. Ir contra los Lee sería un camino largo y lleno de obstáculos, uno que, al final, podría no ir a ningún lado. Pero eso no significaba que dejaría que el padre de Misuk siguiera siendo una amenaza.

—Escúchame bien, Misuk —su voz era baja pero cargada de amenaza—. Si tu padre se acerca a TN o a mis hijos, yo mismo me encargaré de que no lo haga. No habrá policías, no habrá juicios. Lo mataré con mis propias manos si es necesario.

Burning Desire | JJK ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora