。o○ XXV ○o。

12.6K 710 116
                                    

—¡Rosé, no lo hagas! —la voz de Jimin rompió el silencio, causando que todos se voltearan hacia él. Era un momento de tensión absoluta, y la presencia inesperada del joven solo incrementaba el caos que se sentía en la habitación.

“¿Qué demonios hace Jimin aquí?” fue el pensamiento compartido de todos los presentes, excepto Seung, quien solo sonrió con desdén, observando con burla la entrada dramática del recién llegado, que a sus ojos era completamente insignificante.

—¡Jimin, vete! —gritó Rosé, con el arma aún apuntando a Seung, aunque ahora su atención estaba dividida.

—No, Rosé, no me voy a ir. Mucho menos ahora, cuando estás a punto de hacer algo que vas a lamentar —respondió, con la voz llena de una preocupación genuina, dando un paso hacia ella.

—Por Dios, Jimin, ¡ya vete! —gritó, su tono desesperado. La tensión en su voz era muy notable, el miedo y la frustración a punto de desbordarse.

Jungkook observaba la escena con incredulidad y desesperación. "¿En qué mierda piensas, Park?" pensó, su impotencia creciente al ver cómo su amigo se ponía en medio de una situación tan peligrosa.

—Rosie, hazle caso a ese niño y no hagas una locura —dijo Seung, su tono despreocupado mientras una sonrisa macabra se dibujaba en su rostro—. Sabes cómo va a terminar esto. Mi reina, baja el arma. No te hagas la heroína ahora.

La mirada de Rosé brillaba con odio.

—Estás loco si piensas que voy a dejarte salir vivo de esta, Lee. Te lo advertí, hoy pagarás por todo lo que has hecho. ¿De verdad pensabas que te ibas a salir con la tuya después de matar a tanta gente inocente? —La furia en su voz era incontrolable, sus manos temblaban mientras apuntaba—. Vas a pagar cada una de esas vidas... con la tuya.

Jimin, desesperado por evitar lo inevitable, intentó acercarse más.

—Rosé, por favor, no hagas esto. Te amo, te necesito conmigo. Si matas a este hombre te van a encerrar, por favor, piénsalo bien, amor. —Su voz era una súplica desesperada, su amor por ella tan evidente que casi desgarraba el aire.

Rosé, harta de la insistencia de Jimin, giró bruscamente hacia él, su paciencia agotada.

—¡Jimin, lárgate de una jodida vez! —gritó—. ¡Ahora, antes de que sea demasiado tarde! ¡No ent…

El sonido de un disparo resonó en la habitación. Fue un instante, pero el eco de la bala quedó suspendido en el aire, como un golpe sordo en el pecho de todos los presentes. El cuerpo de Rosé se desplomó en el suelo como una muñeca de trapo, mientras el caos se desataba alrededor de ellos. Los niños gritaron de miedo, Jungkook y TN se tensaron de terror, y Jimin corrió hacia el cuerpo inerte de Rosé, arrodillándose a su lado, con el rostro lleno de desesperación.

—¿Qué hiciste, maldito imbécil? —gritó Jimin, con la voz rota mientras acunaba el cuerpo de Rosé entre sus brazos—. ¡La mataste! ¡Mataste al amor de mi vida!

Seung, lejos de sentirse afectado, se rió con fuerza, avanzando hacia TN con pasos lentos y calculados, disfrutando del sufrimiento que había provocado.

—Me aburrieron, ¿qué querías que hiciera? —respondió con una sonrisa burlona—. Además, es tu culpa, niño berrinchudo. Debiste hacerle caso a tu noviecita y haberte largado. —Con violencia, Seung agarró a TN del cabello, tirando de ella sin piedad hacia él.

—¡Ni se te ocurra, Lee! —gritó Jungkook, la desesperación y el odio resonando en cada palabra—. ¡Suéltala ahora mismo!

—No me hagas reír, Kookie. —Sonrió ampliamente—. Tranquilo, te dejaré que te despidas de una buena manera. —Dicho esto, desató las manos de TN y arrancó la cinta de su boca de un tirón, arrancándole un quejido de dolor—. Escucha, perra, si intentas escaparte o desatar a ese imbécil, esos dos angelitos que están allá van a morir. ¿Entendido? —TN asintió con miedo, su cuerpo temblaba—. En ese caso… —la empujó con fuerza hacia Jungkook—. Despídete rápido, les doy un minuto. Para que vean que no soy tan cruel.

Burning Desire | JJK ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora