En las entrañas de un bosque encontrarás la puerta secreta, cuya cerradura pertenece a la llave que sigue escondida, la que todos han dado su alma por encontrar. Su poder puede liberar a la bestia que habita al otro lado de la dimensión esperando su eterno regreso... ¡No puedes dejar que él la encuentre!, ni ser la mano que se convierta en el instrumento para hundirla en la cerradura; al salir de aquel encierro y quien logre liberarlo, correrá entre la niebla, perdiéndose en su infinita maldad..., intoxicando y corrompiendo. Nadie sale ileso de tan mortal adicción de poder, aunque solamente uno sentirá el fuego en su alma y sabrá cómo vencer la oscuridad...
Jacob Ainsworth
LA MALDICIÓN DE LOS AINSWORTH
La familia se dispersó por varias partes del mundo: Europa, Norteamérica, América latina... Los hombres con el apellido Ainsworth, luego de haber creído que yo, Anastasia, los había liberado de la marca del mal, celebraron y se abrieron paso por todo el amplio mundo, dejando sus huellas en cuantas mujeres encontraban. No solo tenían relaciones con sus esposas, también las tenían con concubinas y esclavas, dejando a muchas la semilla de su linaje en sus vientres. El maldito Luthzer juró liberarnos de la maldición, al consumar el acto carnal conmigo, pero ¡fue mentira! Sin embargo, fue cierto que quitó parte de la maldición. Por muchos largos años de mi existencia, ligada a mi inmortalidad, vi cómo aquella desgracia solamente ocurría conmigo. Ahora entendía a cabalidad el verso que escribió mi padre. Jacob Ainsworth, falló al igual que yo y él lo presintió, por eso no quiso que yo fuera entregada a Luthzer. Él podía leer sus pensamientos, estaban conectados; lo comprobé cuando siglos después nacieron dos niñas y luego, siglos más tarde, una tercera nació con mi misma peste. Ellas ignoraron que sangre de mis antepasados corría en sus venas. La maldición no finalizó, únicamente cambió de patrón. Por fin, el verso de mi padre tenía sentido en la parte que señaló: "Solo uno sentirá el fuego en su alma y sabrá que vencerá a la oscuridad"; desgraciadamente "ese" no fui yo. De nada valió que nos fuéramos de país en país, y tratar de empezar una nueva vida, ni de poseer toda la fortuna que teníamos. Esta maldición siempre nos persiguió recordándonos lo que éramos; así que la felicidad y la paz son un lenguaje que aún no se conoce en el lecho de mi familia. ¡Estoy cansada de esconderme del mundo!
Inglaterra, 1578
La anciana moribunda contempló a su nieta con el último aliento que le regaló el ángel de la muerte. Había dolor y arrepentimiento en sus ojos y una sed desesperada por obtener la confesión que tanto la atormentaba y que no la dejaba morir en paz.
—Acércate Anastasia —la muchacha se acercó con los ojos llenos de lágrimas porque sabía que eran los últimos momentos de vida que le quedaban a su abuela.
—Eres tan hermosa, Ana, pero desgraciadamente esa hermosura es tú condena —los ojos azules de la mujer se abrieron más de la cuenta.
—¿De qué hablas? —interrogó ella envuelta en la incertidumbre.
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Resurreccion: El Origen de Malena TERMINADO ✔ 1era parte (SAGA)
De TodoEstefanía es una hermosa joven mestiza que se conforma con su vida sencilla y cómoda bajo la tutela de Ana Álamo, dueña de la productiva hacienda «Los Álamos». La llegada de Adrián Álamo (nieto de Ana) y del misterioso Arturo Palacios, Conde Dómine...