Vulgar {joshler}

40

Otro día más en el que Josh se quedaba a trabajar en casa, en su habitación sobre la cama mirando un montón de papeles y escribiendo en su computadora, con sus grandes lentes sobre su nariz y una expresión de concentración adornando su rostro.

La mirada del rizado se apartó unos momentos de lo que hacía, sonriendo cuando notó que Tyler no dejaba de mirarlo, con su cabeza ladeada y sus lindos y grandes ojos brillantes. Josh soltó una risa al ver que se sonrojó por ser descubierto.

—¿Quieres dejar de mirarme con tus lindos ojos de gatito?—preguntó Josh—Me distraes.

—Tu me distraes, hace media hora iba a levantarme para ir a desayunar—dijo aun con la mirada perdida en el mayor.

—Pero yo no estoy haciendo nada—dijo Josh—Puedo irme, si así lo quieres.

—No—dijo rápidamente y luego se maldijo por eso—Quiero decir...puta madre, no quería sonar tan desesperado.

Josh soltó una risa ante esto, dejó todas sus cosas a un lado para voltear hacía Tyler, tomó su mano y la llevó su propio rostro, acurrucado su mejilla ahí sin dejar de mirarlo. El corazón de Tyler estaba tan alterado que por un momento pensó que le daría un ataque, parecía desesperado por querer salir y así entregarse por completo ante aquel hombre de rizos negros y mirada encantadora.

Los dedos del castaño se movieron levemente, acariciando la mejilla del otro, haciéndolo cerrar los ojos como si de esta forma disfrutara más como la punta de sus dedos tocaba su piel.

Tyler sonrió levemente—Josh...

—Mhm—respondió abriendo de nuevo los ojos.

—¿Cómo haces eso?—preguntó, realmente deseando una respuesta.

—¿Qué cosa?.

—Hacerme sentir como un estúpido con solo ver tu rostro—dijo con seriedad—Y hacerme pensar que no quiero perderme ni una de las veces que sonrías.

—¿Cómo es que no te das cuenta lo que provocas en mi cada vez que dices esas cosas?—Josh sonrió divertido, alzando una ceja.

Tyler rodó los ojos y se acercó más a Josh sobre la cama, colocando sus manos detrás de su cuello, se miraron a los ojos por varios segundos hasta que, como si hubieran leído la mente del otro, al mismo tiempo cortaron el espacio entre ellos uniendo sus labios. Realmente Tyler no lo sabía, no tenía ni idea de como era que Josh se sentía, solo esperaba que fuera igual a lo que sentía él cuando se besaban, o como cuando le tomaba la mano entrelazando sus dedos, o tal vez cuando le hacía cumplidos de la nada, aunque la mayoría de las cosas que Josh hacía  provocaban un revuelo en su pecho.

—En definitiva me haces sentir como un estúpido, me haces decir muchas pendejadas—dijo Tyler haciendo un puchero.

—Bueno, tus "pendejadas" son muy tiernas para mi—admitió Josh, suspirando—Y también me hacen querer besar toda tu bonita cara.

Tyler hizo una mueca de confusión—¿Y qué esperas para hacerlo?.

Luego de eso, se pasaron gran parte de la mañana en la habitación, así como lo dijo, el mayor dejando besos por todo el rostro del castaño, sacándole risas tiernas y también logrando que mordiera sus labios cuando los besos llegaban hasta su cuello. Y aunque les hubiera gustado estar más tiempo de esa forma, tenían cosas que hacer más tarde.

—Tengo una idea muy genial para el árbol de el patio, ¿que dices?—propuso Tyler metiendo dos rebanadas de pan a el tostador.

—Ni siquiera me haz dicho tu idea—dijo Josh, dándole un sorbo a su taza de té.