Vulgar {joshler}

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Ni quiera le importaba dónde estaba, solo caminó sin rumbo especificó para poder distanciarse de él. Era muy cerca de media noche, tenia un gran abrigo cubriéndolo del frío y un cigarro encendido entre sus labios, hace meses que había dejado de hacerlo pero repentinamente las ganas de revivir ese hábito lo volvieron a atormentar.

Tyler expulsó el humo con lentitud, recargandose contra un poste de luz, estaba frente a la entrada del metro subterráneo, observando las personas ir y venir, algunas solas, otras en pareja. Sabía que por fuera se veía tranquilo e incluso relajado, pero por dentro seguía sintiendo esa sensación de clavos en su pecho, ¿cuándo desaparecería esa sensación?, no pronto, y era consciente de eso. Aunque dejara de ver a Josh, sabía que su dolor no se iría con él.

¿Estaba precipitando las cosas?, tal vez, pero cuando estás tan desesperado por saber una respuesta quizá decides guiarte por el instinto o por lo que era obvio, aunque no estuvieras seguro de que esa fuera la respuesta correcta.

A veces se decía a sí mismo que no valía la pena, pero sabía que solo trataba de engañarse a sí mismo, todos los momentos que vivió a lado de Josh fueron tan valiosos que jamás podría borrarlos de su mente, la forma en la que lo trataba, tan amoroso y comprensivo siempre, pensaba en que jamás podría volver a encontrar a nadie que lo mirara de esa forma, que lo besara y lo llenara de palabras dulces y cariñosas.

¿Entonces por qué huía?, por su miedo e inseguridad quizá, estaba asustado de que a pesar de que Josh sintiera algo por él, las grandes diferencias entre ellos lograran separarlos, así que tal vez era mejor cortar con todo de una vez por todas.

Una pequeña sonrisa se formó en sus labios, la voz de Josh hizo eco en su mente, la primer vez que le dijo te amo fue tan inesperado y sorprendente para él, pero se escuchó tan sincero que no pudo evitar sentir que el corazón le explotó de emoción, era difícil creer que ese recuerdo ahora solo lo lastimaba.

Ver, conocer y saber que Josh estuvo con alguien que logró destacar en todo, lo hizo sentir como un obstáculo y un fallo en su vida llena de éxito, creyendo incluso que se merecía algo mejor que un chico sin un futuro dicho o planeado. Tyler cerró los ojos un momento, odiaba que después de vivir diciendo y gritando que nadie podría pisarlo o mirarlo hacia abajo, era el mismo quien se destruía.

Comenzó a caminar, bajando por las escaleras del subterráneo, al meter las manos en sus bolsillos para poder sacar otro cigarrillo, tomó su celular, lo apagó desde que salió huyendo. Tyler lo observó un momento para después encenderlo, tardó unos segundos y se sorprendió de que casi de inmediato recibió una llamada, respondió pero no acercó el celular a su oído, solo lo observó, percibiendo una voz lejana que decía su nombre mientras recargaba su espalda contra una columna.

Y luego colgó, miró a su alrededor, estaba tan vacío el lugar, se dejó caer lentamente hasta que se sentó en el suelo, el metro acababa de irse aunque la verdad no tenía intenciones de entrar, solo quería estar solo.

El chirriante sonido del metal de las ruedas del metro friccionando con las vías lograban hacer que sus pensamientos no pudieran ser escuchados, no supo cuando tiemoo estuvo ahí, solo que debajo de ese rechinido irritante se comenzó a escuchar una voz familia. Tyler cubrió sus oídos, queriendo callar esa voz que lo llamaba una y otra vez, cerró los ojos y comenzó a negar con la cabeza, pidiendo que se detuviera pero era cada vez más alta. La voz de Josh, pronunciando su nombre una y otra vez con alegría, con enojo, con tristeza, con amor.

—Ya basta, por favor...—pidió Tyler.

Esa dulce voz solo lo torturaba cruelmente, era extraño, por un lado quería que se detuviera, pero también estaban esas ganas y deseo de querer que susurra en su oído suavemente que todo iba a salir bien.