La Situación Se Complica; Celos

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Naruto se quedó esa noche a dormir junto a Konohamaru en la habitación que Sasuke le asignó. Sakura les visitó brevemente unas horas antes, sintiéndose incomoda por ver a Hinata tan cerca de Sasuke. La chica jugueteó con su cabello mientras el equipo 7 se ponía al tanto de las últimas decisiones de Kakashi. Hanabi y Yamamoto se encontraban presentes. Konohamaru jugaba con las pequeñas en un tatami un poco alejado de ellos.

—Ya tienen más pistas del líder, supongo que es cuestión de esperar a que sus seguidores hagan alguna tontería.

—Esperemos que sea pronto para encargarnos de esos idiotas.

Naruto tomó su puño derecho y lo crujió. Estaba más que listo y excitado por tener un poco de acción. Sasuke dejó caer su cuerpo en la silla, por él podían tardar.

¿Y ese cambio de opinión, Sasuke?

—¿Y tú padre, Hinata? ¿Cómo está?

Su padre...

—Papá está bien.

—Me alegro, ¿Puedo verlo?

—No está aquí. Papá regresó al complejo Hyuga con mi abuelo.

¿Están solos?

Maldita sea.

Oh, oh, ¿en qué problema nos hemos metido?

El gesto de Sakura resultaba indescriptible. Su despedida fue muy escueta y cortante. Una mirada de enojo para Sasuke, una de indiferencia para Naruto y otra dolida para Hinata. ¿Podría empeorar? Esperó que no porque aunque Sakura se había molestado con ella en el pasado por algo que no pasó, no podía decir lo mismo en esos momentos cuando estaba pasando.

Ese beso, intentó convencerse, no debió pasar.

La silueta se perdió en el recuerdo de esa noche. Hinata terminó de cenar, se despidió y se metió en la habitación. Hanabi esperó un poco más, encontrando interesante todas las muecas que podía hacer Sasuke cuando se trataba de su hermana, además, estaba segura de que algo había pasado entre esos dos, la actitud de su hermana le provocaba demasiada curiosidad. Si no la saciaba, podría explotar en cualquier momento.

Yamamoto, Naruto y Konohamaru dejaron la mesa. Hanabi terminó el último bocado por fin. Sasuke no era idiota, sin embargo no evitó sentir el escalofrío recorrer su cuerpo. Hanabi entró a la cocina a dejar su plato, él esperó a propósito para evitarla. La vio salir. El entró a la cocina con la tranquilidad de saber que la hermana de Hinata se encontraba con ella. Dejó el pequeño tazón en la barra y se entretuvo recordando la sensación de un buen beso.

Que sensaciones tan más sorprendentes, ¿cómo es que no había probado algo así antes?

Dejó de recargar su única mano en la orilla de la barra para girar su cuerpo. Abrió los ojos. Ahí estaba Hanabi. Maldita sea, ¿tan silenciosa es?

—Mi hermana está dormida y no me iré de aquí hasta saber que está pasando.

¡Ah!, así que Hinata se ha hecho la dormida. Sasuke no pretendía negarselo, no a ella. Después del proceso de aceptación por el que pasó, no tenía sentido seguir en la misma postura. La mayoría ya sabía o se hacía una idea.
Antes

—Tu hermana me gusta.

Me enloquece. Hanabi sonrió con triunfo.

—Lo sabía. Esas miradas que le echas cada que puedes sólo podían significar que el gran Uchiha Sasuke ha puesto sus ojos en la heredera del clan Hyuga.

Ojos sin pupila Donde viven las historias. Descúbrelo ahora