Ojos sin pupila

Boda Uchiha Hyuga

Sasuke se puso un haori color azul marino con el abanico del Clan Uchiha sobre su espalda, debajo una camisa negra y unos pantalones negros con sus sandalias. Yamamoto hizo a un lado la puerta de la habitación ya listo, con yukata verde puesta.

—Joven, Sasuke, lo estamos esperando.

Sasuke asintió y se arregló el haori en la parte delantera.

Hasami le puso una flor en el chongo que traía Hinata. Y Nigiri terminó de revisar que el kimono estuviese liso.

—Estas hermosa, Hinata.

La chica asintió con el sonrojo puesto. El color del kimono, naranja opacó, la hacía ver un poco bronceada de la piel. Nigiri se acercó a Hasami para hacer la misma revisión.

—Estamos listas —dijo por fin.

Sasuke bajó con Yamamoto detrás de él. En medio del pasillo, Hinata, Nigiri y Hasami los esperaban para salir por la puerta de la casa principal. Sasuke se detuvo en medio del escalón, con el aliento entrecortado.

Está preciosa. Como alguna vez Sai lo dijo. ¿Me veré atractivo como aquella vez?, se preguntó. Hinata lo veía así. Sé tomaron de la mano y los cinco salieron rumbo a los terrenos del Clan Hyuga, donde Hiashi, Hanabi y Kō los esperaban con el dojo impecable, una mesita de té y un par de cojines.

Después de siete años de noviazgo, Sasuke por fin pediría formalmente la mano de Hinata ha Hyuga Hiashi. Kō andaba de un lado a otro revisando las ollas de té y los aperitivos para esa noche especial. Hanabi le ayudó a calmarlo y decirle que todo saldría bien, acomodó los cojines para los demás miembros así como las mesitas, tazas y platitos.

Hiashi salió de su despacho con una yukata color café a la hora exacta en que Sasuke y compañía entraban a los terrenos del Clan Hyuga, detrás de un miembro. En la parte central del dojo, Kō puso 7 cojines al rededor de una mesa un poco más grande que las demás. Hiashi llegó a sentarse en la cabecera, Yamamoto se sentaría a su extremo, Hinata a su izquierda y Hanabi a su derecha, mientras que Sasuke se sentaría en seguida de Hinata y las demás niñas podrían ocupar los últimos cojines.

Kō abandonó el dojo una vez que vio a Hinata entrar en él. Corrió por el pasillo hacia la cocina, dos miembros más estaban a punto de llevar el té.

—¡Justo a tiempo! Rápido, la señorita Hinata y el joven Sasuke ya están aquí.

Los dos miembros se apresuraron a tomar unos pedazos de tela. Kō regresó al dojo y comenzó a servir las pequeñas tazas. Sasuke conversaba con Hiashi Hyuga desde su lugar sobre las misiones de ANBU que habían hecho en todo ese tiempo, elogiando la fuerza, inteligencia y destreza de Hinata al momento de la captura y vigilancia de sus objetivos.

Nigiri y Hasami observaban el gran dojo, el que debía ser el principal en los grandes terrenos del Clan Hyuga. Sobre ellas se encontraban las vigas que detenían el techo, la madera pulida y reluciente. Los demás miembros tomaron asiento y Kō pudo darle a Sasuke la oportunidad de pronunciar su discurso.

Hanabi se removió con emoción después de las palabras de Sasuke, pues hablaba maravillas de su hermana. No había duda de que haría lo mismo y su discurso sería emotivo para todos. Neji, primo, sólo espera para escuchar como Hinata ha avanzado. Estaba segura que la presencia de Neji seguía por los terrenos de Clan Hyuga, aunque no pudieran verlo ni escucharlo. Todos guardaron silencio y Sasuke se dispuso a hablar nuevamente.

—Hyuga Hiashi, Hyuga Hanabi y más miembros, yo, Uchiha Sasuke le pido a usted, Hiashi, la mano de su hija, su primogénita, Hinata Hyuga. Ante todos prometo cuidarla y establecer un vínculo entre clanes...