Ojos sin pupila

La decisión De Sasuke

Sintió la calidez desaparecer y ser reemplazado por el frío matutino. El movimiento logró distraerla del sueño reconfortante que comenzaba a tener. Parpadeó un par de veces antes de acostumbrarse a la luz que comenzaba a colarse por la ventana. El contraste la recibió y Hinata intentó moverse, pero el dolor en sus músculos hizo que apretara los dientes y soltara un leve quejido de dolor. Movió su mano izquierda y encontró que el dolor aminoró en gran medida en esas zonas. Su cuerpo se sentía pesado. Escuchó la puerta chocar en señal de haberse cerrado y Hinata se preguntó si sería Sakura la que salió.

El beso de la noche anterior y la batalla aparecieron en su mente para ubicarla en el espacio-tiempo. Debió ser Sasuke el que salió. El chico se quedó con ella, en la cama, abrazados. Se sonrojó e inmediatamente tapó su boca con ambas manos. En posición semi-fetal, Hinata dejó que las lágrimas corrieran por sus mejillas y se perdieran en su cuello. Sakura, el asesinato de Takuma, la muerte en los ojos de Sasuke.

El verdadero Sasuke. Las palabras interrumpidas de los ancianos del Consejo se grabaron en su mente, haciéndola dudar de su relación con Sasuke y un posible futuro a su lado. ¿Cuántas muertes arrastras? Se preguntó si Sakura seguiría enamorada de Sasuke al saber que después de todo el chico llevaba en su conciencia el fin de la vida de otro ser. O de otros seres. Verlo le recordaría la crueldad de la que era capaz, la haría cuestionarse sobre su decisión de estar con él mientras las imágenes de su rostro distorsionado la acechaban en sus sueños.

Ese beso. Los muchos que han tenido. Su cercanía, su voz susurrante, sus ojos carbón, su calidez y la atmósfera que creaba siempre que atravesaba su burbuja personal le hacían olvidarse de todo y centrarse en lo único que la hacía sentir bien: su afecto convertido en caricias y palabras de aliento.

Después estaba Sakura. Las sonrisas que pudo captar siempre que se trataba de Sasuke. En cualquier tiempo, Sakura se mostraba siempre alegre y enamorada cuando del nombre del chico escuchaba, después una profunda tristeza la embargaba. Dejó de sentirse segura, dejó de pensar que deseaba estar con Sasuke, se dejó hundir en sus pensamientos mientras buscaba la mejor solución entre dos opciones. Seguir con Sasuke o no.

El chico no regresó. Hinata quiso removerse en la cama, pero su estado se lo impedía casi por completo. Sola en la habitación mientras el sol iluminaba completamente la habitación y podía escuchar los cantos de los pájaros, Hinata no logró salir del enorme agujero que su mente cavó para ella.

¿Qué hacer cuando las expectativas se rompen? ¿Cuándo te das cuenta de que ese otro ser no es perfecto y que ha dejado ver su lado oscuro? Su terrible otra cara. Las personas no son perfectas, sin embargo...

Alguien como Naruto siempre fue un orgulloso perdedor.

Totalmente opuesto a Sasuke.

...

Por la entrada principal pocas personas ingresaron esa mañana. Sasuke atendió a un par mientras el médico de la recepción se dedicaba a llenar los papeles correspondientes para dar de alta a Hinata. Sakura no apareció por ninguna parte, algo que le hizo ponerse escéptico por la repentina y anónima decisión sobre la salud de Hinata. El ninja médico en la recepción le dio el aviso de una forma breve después de buscar a Sakura por todo el hospital y haberse perdido un par de veces en los muchos pasillos. Sasuke deseaba que Sakura le aplicara un poco más de chakra.

—La señorita Hinamori la atenderá en la habitación 109.

Sasuke guió a una mujer con un niño en brazos a la habitación para que esperara a la ninja médico. Con el poco conocimiento que adquirió al estar en el hospital, detrás de Sakura, revisó al pequeño. Una gripa, nada de qué preocuparse. Al regresar a la recepción, Hiashi y Hanabi Hyuga estaban ahí, esperando todo el papeleo.