Ojos sin pupila

Agradecimiento

Un par de golpes en su brazo, torso y espalda. Un par de aguja senbon en su hombro, un par de jutsu, unas cuantas caídas, algunas maldiciones, pero finalmente logró derrotar a los amigos de Takuma y los demás ninja infiltrados.

Eran más de lo que suponían.

Kakashi cayó de rodillas al ver a Naruto sonreir con victoria, de esas sonrisas características de él donde sus pómulos se alzaban a la altura de sus ojos y el gesto hacia que los cerrara. Las marcas en sus mejillas se marcaban con extenuante regocijo, recordándole como la convivencia con Kurama le había hecho crecer y volverse poderoso. Seguro de sí mismo.

La chica sobre el suelo sollozaba dolida, metida en sus recuerdos, incapaz de aceptar lo que sus ojos veían. ¿Cuánto dolor seguiría cargando? ¿Cuántas muertes más debía presenciar? Karura se preguntó, en aquel atardecer, cuáles debían ser sus acciones de ahora en adelante. La ambición le arrebató a un buen amigo, la venganza, un amor. Cerca de ella se encontraba el joven Uchiha y a unos metros, la heredera del Clan Hyuga. ¿Por qué su amor seguía en pie y el de ella no? Dos chicos prodigiosos, con tanta suerte por nacer en cuna de Kekkei Genkkai, con una familia acomodada, reconocida a nivel internacional por el poder ocular...

Y ella. Y Takuma.

Olvidados, desconocidos. ¿Qué importa ahora? Todo terminó. Ni siquiera Takuma pudo saborear un poco de gloria. Ella no pudo estar con él ni acompañarlo, ni dar batalla junto a él.

Más ninja llegaron mientras ella sentía el frío techo bajo su estómago y el viento recorrer su piel en una erizante dirección. Uno de ellos, de los ninjas de Konoha, tocaron el cuerpo de Takuma, Karura intentó detenerlos, pero sintió la presión de un par de manos en sus hombros. Podía ver el cabello pelirrojo de su amor ondar detrás de la espalda del ninja mientras caminaban por las calles tranquilas de aquella aldea.

Naruto tomó a Sasuke y Kakashi a Hinata. Sakura les esperaba con un par de habitaciones preparadas, una a lado de la otra, sin pensar que eso le traería dolor más adelante. Se mostró curiosa por observar como Naruto no tenía en sus manos a Hinata, mas al ver a Sasuke eso no importó en ese momento. Tan heroico fue Sasuke que, enlistó en su mente, una vez que abriera los ojos, felicitarlo, darle un abrazo, volver a probar sus labios y decirle lo mucho que le importaba, lo mucho que se preocupó por su bienestar.

Esa tarde algunos ninja irrumpieron en el hospital para evitar que ayudaran a los chicos. Que inteligentes fueron. Ella se ocupó de la mayoría sin hacer algún destrozo a la institución. Kakashi le envió un mensaje por el comunicador y ella rápidamente acató la orden.

Se quedó hasta tarde, sentada a un lado de la cama donde Sasuke dormía, después de aplicarle ninjutsu médico. Su respiración apacible le confirmó que poco a poco el chico comenzaba a recuperarse. Hiashi y Hanabi Hyuga dejaron el hospital, no sin antes darle un vistazo silencioso a Sasuke.

Gracias por cuidar de mi hija, Uchiha Sasuke.

Gracias, Sasuke.

Hinata seguía inconsciente. Sakura había aplicado enormes cantidades de chakra y otro par de médicos hicieron lo mismo una hora después. Ella tardaría en recuperarse.

—Yo sé que tienes un gran corazón, Sasuke. Debajo de esa apariencia fría, eres capaz de dar la vida.

Pasó la llema de sus dedos por los cabellos sobre la frente de Sasuke. Los hizo a un lado para observar la curva de sus cejas delgadas y sus párpados con esas gruesas pestañas. Tanto tiempo estuvo lejos de ella, que se sintió extraña por ver su nueva complexión y características. Había crecido más en estatura, arrebasandola. Sus cabellos se encontraba ligeramente más largos, su vestimenta distinta. Sus músculos más gruesos.