⁰³

1.7K 154 9
                                    

-Dos mentes son mejores que una, escuché alguna vez. - se animó a sí, con el teléfono en manos y, sin esperar más, marcó el número de su mejor amiga. La conocía, él sabía que podía ayudarlo aunque sea un poco más. -Y decían que mi cerebro era manejado por un poroto extraterrestre, ¡Ja! Inútiles. -

Bueno, estoy un noventa y nueve por ciento seguro que no contesta porque es de madrugada, el por ciento restante...Porque la harté demasiado, y quiere hacerme creer que tiene vida social. Como si esas cosas pasarán.

Además, ella puede decirles yo amanezco muy temprano, mi día es bastante agitado por lo que el entrenamiento en las mañanas ayuda a despejarme. ¡Pero no! No le crean, y mucho menos los fines de semana.

-Ugh, que hambre. - dijo, tocando inconscientemente su estómago, que rugió casi como león.

La verdad, no mentía. Hace horas que no pruebo algún bocado por estar concentrado en el secuestro de mi mocoso.

Fuí al refrigerador para, al menos, prepararme un sándwich con el que podría saciar mi hambre. Nada de nada. Pensé, a lo que fruncí el seño. Pronto tendría que hacer las compras.

-Una pizza será. - objetó, cerrando el electrodoméstico para sentarse nuevamente en el sofá, sonriendo cuando el cachorro se recostó a un lado. -Pietro Maximoff, ¿Dónde putas madres estás?- si no lograba resolver esto por si solo, a pesar de ser el gran hawkeye, estaba decidido a llamar a los policías.

Al final, pude comer, y por ende, Hades también. Pequeño tramposo, pone unos ojitos demasiados lindos para mí. Aprendió esa táctica de su madre, no me cansaré de decirlo.

Dormí bastante, y lo agradecía mucho, hace tiempo no descansaba de esa manera, pero antes de caer en los tentadores brazos de Morfeo, pensé: Mañana veré que hacer con esto. Y así fue, ese pensamiento quedó en mi mente mientras reponía las energías perdidas.

Tampoco debía preocuparme demasiado. Mi niño sabe protegerse...¿Verdad?

SESENTA DÍAS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora