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-Quiero decir...- susurró de igual modo, puesto que no creyó que el rubio lo escuchara. -¿Estás completamente seguro que él y tú son buena pareja?- preguntó Tony, sorprendiendose leve al notar una pequeña sonrisa en el mayor. De seguro, era porque los seguía tratando como tiempo presente. -Sé que ustedes pasaron por mucho, y se juraron amor eterno, pero...-

Una fibra sensible reapareció en mí, dónde ahí, recordé una vez más los malos momentos que hice vivir a Pietro. Cada momento dónde lo hice llorar, gritar, o solo lamentarse por mi maldita culpa.

-Y eso, ¿Te importa?- contestó con inseguridad, pero pasaron un tenso minuto, y volvió a hablar. -Repito, ¿Acaso te importa, Anthony?-

Un incómodo silencio reino en la sala, nuestro ojos, verdes y marrones, conectaron. Nos observabamos desafiantes, pero estaba seguro que describían tristeza.

-Si, si me importa. Entiendo porque Pietro se fue, es claro, no eran buena pareja. - dijo con decisión, acabando por negar al querer arreglar sus palabras. -No, tú no eras bueno para él.

Todo el cuarto quedó en silencio nuevamente, aunque haya sido interrumpido por una tos fingida por parte de Steve, quien quiso interrumpir esa dañina guerra de miradas.

-Lamento interrumpir su "pelea", solo quiero recordarle a mi esposo que en media hora tenemos un turno con el médico para la ecografía programada. - apreció al ex playboy con emoción, descendiendo la mirada hacia el vientre del mismo, dónde ya podía notarse como tomaba una ligera forma abultada.

Cierto. Tony tiene cuatro meses de embarazo, por lo que hoy irían al hospital para una revisión matutina con intención de saber cómo se encuentra Peter. Sí, así lo a llamarán.

-Steve te salvó, Barton. Solo intenta pensar las cosas, al menos, un poco más de lo que tu poroto puede dar. - apenas comentó aquello, ambos salieron por la puerta, sin alguna despedida. O eso pensó el arquero, hasta que vió como el soldado regresaba.

-Lamento la actitud de Tony, últimamente está a la defensiva, pero el doctor nos advirtió que es uno que otro síntoma del embarazo. -

Yo solo me límite a sonreírle, y pude notar como Steve se despedía con más calma, yendo luego por dónde volvió.

Yo solo me límite a sonreírle, y pude notar como Steve se despedía con más calma, yendo luego por dónde volvió

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Pasaron varios días desde que Tony me regañó, o algo por el estilo. Sin embargo, sus palabras seguían paseando en mi mente sin pena alguna.

Primero, quise ignorar lo pasado con el castaño solo por no aceptar que yo tenía razón. Aún así, pronto me ví varado en un mar de dudas que se agregaron a la extensa lista mental que había comenzado desde que mi mocoso desapareció.

Escuché lo que Stark dijo, literalmente.

"Observar a mi alrededor".

Basura, basura, y más basura. Menos de la que había semanas atrás gracias a la pequeña pero servible colaboración del Stony. A pesar de eso, seguía siendo basura.

-Tal vez, Tony tenga razón. - pasó una mano por su cabello, convirtiendo eso en una ruda caricia al jalar suavemente de las hebras. -Debería cambiar mi actitud. Aunque eso no me devuelva a Pietro... Recuperaré mi dignidad. -

Dignidad que había perdido al recapacitar todas mis actitudes desde que no estás.

SESENTA DÍAS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora