¡Adiós, anciano!

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Punto de vista de Pietro.

Mierda. La próxima vez, intentaré organizarme mejor sin dudas. Pronto iba a acercarse el cumpleaños de Wanda y yo, ¡Tan solo unos días! Por lo que mis padres nos dijeron que, cómo regalo, podríamos ir de viaje con la familia a algún lugar que nos guste, por lo que nosotros elegimos Berlín, la capital de Alemania. Quizás por querer saber un poco más del hogar de papá Erik, quien sabe.

Lamentablemente, mamá Charles nos obligó a llevar por lo menos dos maletas, puesto que nos quedaríamos dos semanas y quería que estemos muy protegidos con los climas variados de allí.

Estaba muy emocionado por ir, por lo que le pedí al anciano que me acompañara, es mi pareja, ¡Por supuesto que es su obligación que vaya! Aunque solo me respondió que tenía un poco de trabajo, y que no le sería posible acompañarme. Si no lo amara, estoy seguro que estaría bajo tierra ahora.

-¡Anciano!- el menor corrió rápidamente hacia el rubio, saltando en sus brazos como una gran muestra de afecto

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-¡Anciano!- el menor corrió rápidamente hacia el rubio, saltando en sus brazos como una gran muestra de afecto. -¡Regresaste! ¿Estás bien? ¿Cómo te fue?-

Estaba feliz de volverlo a ver, por desgracia, todos esos días estuve muy preocupado por él, nunca me avisó que su misión se alargaría hasta tres semanas, pero gracias a Tasha, pude saber un poco de su estado.

-Hola, mi mocoso. - le sujetó con firmeza para que no cayera, soltando un inaudible bostezo. -Estoy muy bien, no tuve alguna herida porque de ser así, no podría sostenerte ahora. - respondió el agente, dejando escuchar risas por sus palabras. -Me fue bien, no me quejo. Natasha es de gran ayuda en las misiones, pero esta fue algo complicada. -

Mientras mi viejito hablaba, nos guiaba al sillón, dónde, seguido de eso, se sentó allí acomodandome en su regazo a los segundos.

-Clint, escucha bien. - pidió el ruso, acariciando suavemente los cabellos rubios del nombrado. - En tan solo unos días es mi cumpleaños, ¿Verdad?- el agente asintió como respuesta, a lo que el alterado lo tomo como una señal para continuar hablando. -Bien, mis padres, tus suegros, dijeron que festejariamos el cumpleaños Wanda y mío...¡En Berlín!- el menor, sacudió por la emoción a su pareja, frunciendo su seño minutos después al no ver reacción alguna en él.

-Oh, amor, que bien. - el mayor le dedicó una amplia sonrisa al contrario, terminando por recostar su cabeza en el hombro izquierdo del mismo.

-Creo que no entendiste bien, honey...¡Tú vendrás conmigo! Eres mi pareja, es casi tu obligación. - se cruzó de brazos procurando mostrarse serio para que el ajeno pudiese aceptar, pero no evitó sonreír cuando le sintió recargarse.

-Lo siento bebé, no creo poder. - murmuró Hawkeye, cerrando sus ojos momentáneamente. -De nuevo, tengo una misión en Afganistán. Fury me dará los detalles dentro de dos días, pero tengo una idea de porque me convocaron ahí. -

-Oh...Está bien, supongo. - el platinado iba a darse por vencido, hasta que abrió su boca para replicar. -¡Hablaré con ese pirata! ¡Te esta sobre-exigiendo demasiado! Ya verá de lo que Pietro Maximoff es capaz. - habló para sí con una clara determinación.

-Mocoso, no. - advirtió, levantando la mirada, fijandola en los encantadores ojos del menor. -Creeme, hago esto con tal de tener más meses de vacaciones para estar contigo...Y Hades. - rió suavemente, señalando con la vista al pequeño cachorro recostado en la alfombra.

-Mhm...Bien, mi cielo. - el teñido, depositó un cariñoso beso en la mejilla de su novio, decidiendose a mimarlo al notarle cansado.

 - el teñido, depositó un cariñoso beso en la mejilla de su novio, decidiendose a mimarlo al notarle cansado

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Y en el día que tuvo su misión, que casualmente coincidía con la fecha del viaje, hizo algo más...Vergonzoso.

-Bien, mocoso. Recuerda no enamorarte de ningún niño rico, esto...- rozó con sus pulgares los labios del menor, robándole un casto beso al final. -Y esto de aquí...- ahora, dirigió la misma mano hacia la retaguardia de su pareja, dándole un buen apretón en uno de sus glúteos. -...Me pertenecen. - Clint rió enternecido al notar el sonrojo del mutado, por lo que lo abrazo y le dió un último beso como despedida antes de irse. -¡Te amo!-

-¡También lo hago! ¡Mucho!- respondió el platinado alzando su tono de voz para que pudiera escucharlo. -...Le dejaré una nota, al menos para que sepa con claridad todo ya que no pude explicarle. -

Me encontraba en el auto, dirigiendonos hacia el aeropuerto con mis padres, Peter, y su pareja, Logan

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Me encontraba en el auto, dirigiendonos hacia el aeropuerto con mis padres, Peter, y su pareja, Logan.

Me parecía injusto, ¿Porque no me permitieron llevar a Hades, pero si al lobo pulgoso de Howlett?

Aún así, en medio del viaje, me pregunté una cosa.

-¿Dejé la nota fuera del alcance de mi chiquito?- preguntó para sí mismo el mellizo, refiriendose a su mascota, puesto que, al ser un cachorro aún, tenía la manía de comer todo lo que viera.

-No te preocupes, Piet. Si no lo hiciste, luego lo llamas. - respondió con simpleza el menor de la familia, encargándose de nueva cuenta en repartir besos por el rostro de su amado. -Tu barba me hace cosquillas, Loggie. -

-Reza porque allí haya señal. - se unió a la conversación el lobezno, sonriendo ligeramente por las palabras del platinado menor. -Y si no, tú ya le dijiste lo suficiente. -

-Erik, Pietro, Peter y Logan, tengo un comunicado. - dijo el "matriarca" de la familia, apagando su teléfono apenas leyó el mensaje. -Wanda me informo que nos encontraríamos en Berlín. Ahora tenía unas cuantas misiones por completar, pasaría un tiempo con Natasha...- detuvo su hablar apenas escucho el gruñido de su esposo al decir aquel nombre, mirándolo con el seño fruncido para continuar. -...Y luego, vendría a pasar lo que restaba con nosotros. - acabó de hablar, ahora mostrando una dulce sonrisa por el espejo retrovisor. -Erik, deja de gruñir, pareces perro. -

Bueno, el anciano ya es bastante grande. Puede cuidarse solo por un tiempo, ¿Verdad?

SESENTA DÍAS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora