Mis ganas de regresar se desvanecían en cada cuadra por la que pasaba con mi auto. Saber que todo estará silencioso apenas abra la puerta, me entristecía de cierto modo. Eso solo me recuerda el ruido que siempre había cuando estabas ahí. Ya sea por las canciones a todo volumen que pones cuando limpias diciéndome: Mientras más se escuche a Luismi en la casa, más limpio quedan los cuartos. Siempre que te rogaba que bajes eso.
¿Que habré hecho como para que te fueras así de la nada?
La simple idea de contactarme con la policía se esfumó apenas pensé que de seguro dirían que soy un cornudo. Muy genial, ¿A que si?
Apenas llegué, busqué a ese pequeño remolino para alimentarlo. No tenía a mi amor, pero si a mi cachorro, y no por eso iba a descuidarlo.
-Hades, ¡Hades!- dió un silbido permaneciendo en la puerta corrediza que guiaba hacia el jardín, dónde como pensaba, estaba el perro persiguiendo una mariposa, hasta que, al ver a su dueño, corrió energéticamente hacia él. -Hola, adorable juguetón. ¿Vamos a comer?-
Una débil sonrisa se formó en mi rostro cuando ví como movía su colita de un lado a otro, por lo que lo llevé hacia el interior del hogar a darle una de sus comidas del día. Me extrañó un poco que no haya comido, siendo que lo veía emocionado. Asique solo lo deje sobre la bahía, ya volvería a probar si comería en la tarde.
Después, fui a la habitación y me recosté en la cama, esperando que el sueño apareciera pronto, a pesar que Pietro no estaba ahí.
¿Lo peor de todo esto?
Ni siquiera pasó el medio día.
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SESENTA DÍAS.
Teenfikce• Clint regresó de unɑ misión. Cuɑ́ndo llegó ɑ lɑ cɑsɑ que compɑrte con su pɑrejɑ; Pietro Mɑximoff, no lo encuentrɑ ɑllí. • . | Contenido homosexual. . | Historia adaptada a hawksilver. . | Ligera mención de MPREG.