Capítulo doce: El misterio del paquete azul.

901 98 30
                                    

No era cobarde y quería demostrarlo. Lo digo porque el resto de la semana de clases que faltaba noté como la mirada de Megan y sus amigas se posaban en mí. Había un odio inhumano en ellas, y lo debo admitir; me daban miedo. Azules y grises destellantes contra mí. Pero nunca me intimidé, ni un poco. ¿Mí secreto? Volver al pasado, y hacer un esfuerzo para recordar la voz del profesor Downey y reproducirla en mí mente.

"Todo va a estar bien"

Era viernes. Hacía mucho, mucho frío, bueno era ya mediados de Diciembre y el frío era como siempre, insoportable para éstas epocas. Los alumnos hablaban entre sí muy alborotados, y ¿Cómo no estarlo? Era el último día de clases, después tendríamos una semana libre para ensayar, relajarnos y preparar todo para el veinticuatro de diciembre que sería el día de selección. El día anterior nos habíamos anotado en unas listas para agruparnos. El grupo "A" era para los músicos. El grupo "B" para director o guionista. Y el grupo "C" para aspirantes a Actores. Nosotros estábamos capacitados para cualquiera de los tres grupos, pero siempre hay algo en lo que somos mejores y al final la elección fue de nosotros. Noah ante el disgusto de sus padres se fue al "A"  Y es qué ellos creen que se morirá de hambre porque es una carrera en la cual más del noventa por ciento de los músicos jovenes fracasan

—Es mí sueño, yo me moriré de hambre. No ellos —me había dicho después de anotarse con una sonrisa decidida. Yo asentí y me anoté en el grupo "C" Ya qué sentía que actuar era sencillo, y divertido. 

Ahora esperabamos al profesor Downey. Nuestra última clase. Eso me afligía un poco ya que había sido un buen y divertido profesor. Pero nada es para siempre. Suspiré y me abracé a mí misma con frío. En el aula hacía frío y el profesor no llegaba. Miré el reloj de Noah y vi que ya estaba demorado quince minutos. ¿Le habría pasado algo?

— ¡Buenas tardes chicos! —se escuchó una voz en la puerta. Sonreí leve al verlo entrar, pero no por nada mí sonrisa dejaba de ser triste. Había desarrollado un enorme cariño por él, por Noah, por la escuela. Por todos, menos por Megan y sus amigos. El profesor dejó su maletín en la mesa y se sentó sobre el escritorio. Era tan normal.—Perdón por la demora pero Hulk, y luego Jack Sparrow me hablaron y ya saben... —Él siempre bromeaba y eso me alegraba. Un chico levantó la mano.

—¿Son amantes usted y Hulk? —preguntó. Siempre había preguntas por el estilo cuando él bromeaba. El profesor sonrió discreto y se cruzó de brazos.

—No pienso responder eso... —reímos y él con nosotros. Siempre era muy alegre y eso se contagiaba. Mis nervios y me atrevo a decir que los nervios de todos se relajaron. Después de un rato, él suspiró y se nos quedó mirando uno a uno.

—Éste es nuestro último día. Y casi no hay nada que enseñarles, ustedes lo saben todo —sonrió de lado y siguió observándonos— Así que mejor preguntenme, yo les respondo todo, menos mi relación con los Vengadores... —algunos reímos y otros levantaron la mano. Observé que Megan tenía la mano levantada y el profesor le conedió la palabra.

— ¿Quién va a conformar al jurado de selección? 

—Pues la mayoría británicos. Como... Alan Rickman, Gary Oldman, Colin Firth, Helena Bonham - Carter, Bennedict Cumberbatch y creo que él único américano sería Depp. —todos nos quedamos quietos escuchando los nombres. La mayoría me sonaban, y es qué también veíamos varias películas del Cine nacional, y por ello creí reconocerlos.

— ¿Cuántos son seleccionados? ¿Y qué pasa después? —preguntó Sean, el chico italiano. El profesor se rascó la barbilla y lo vio a través de sus gafas oscuras.

—Es una pareja mixta por grupo... Y sí llegaran a ser aprobados, a los actores los pasan directo a una producción teatral para el mejor teatro de Londres junto a actores de fama internacional. A los músicos les conceden un pequeño contrato con una disquera, y a los directores la oportunidad de dirigir y hacer una producción con el personal que ellos quieran. —Todos lo mirabamos sorprendidos. Eso sonaba como el paraíso, y se veía tan cerca y a la vez inalcanzable.— Y aunque no sean seleccionados, sólo recuerden sonreír. Nunca se enojen o entristezcan ante un jurado porque es como sí aceptaras una derrota. Y no están derrotados, al contrario; Su carrera acaba de comenzar con un escalón un poco más alto que el de los demás. Sólo sonrían y agradezcan... —El timbre sonó en ese instánte. Todo anunciaba que había llegado la hora de irse para siempre. 

El pasado jamás se olvida [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora