32. Siempre

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Me estoy poniendo mi pijama en el baño, es ridícula, claro que no pensé en que Tom me vería utilizando una enorme playera que compre en una tienda de plantas nucleares. ¿Cómo pude haberle dicho esto? ¿Qué iba a dormir conmigo? ¡Hace poco somos novios! Y ahora va a dormir en el mismo lugar que yo. Es simplemente humillante. Probablemente no pensé en lo que podía pasar, digo, ni siquiera pensé cuando lo dije, pero ahora ya no hay vuelta atrás. Y estoy muerta del nervio.

Me quito el maquillaje con un algodón y me cepillo los dientes, quiero tardarme lo suficiente hasta que este consciente de esta situación.

Debo de salir tarde o temprano. Y eso hago. Abro la puerta y trato de mirar a un punto abajo.

- Hayle...

No seas una cobarde. Lo miro y esta adorablemente recargado en las almohadas, su cabello alborotado con rizos lo hace ver realmente tierno, me decido guardar una foto mental.

- ¿Qué pasó?

- Me gusta tu pijama.

Niego como si estuviera loco (aunque lo esta un poco). Prendo las lampara que esta en mi lado de la cama, apago la luz y me siento en la cama tapandome con las cobijas de la misma forma que esta Tom, el esta muy comodo y eso envidio de él.

- No tengo sueño- dice mirandome alzando las cejas- ¿Tu?

Niego repetidas veces. El toma mi mano y me empuja afuera de la cama, no sé que rayos esta pensando, toma mi otra mano para después cargarme hasta que quedo frente a él, espero no estar aplastando sus pies, pero si es así no le importa. Miro sus ojos que son verdaderamente lindos, me gané definitivamente la lotería. Paso mis brazos por sus hombros rodeandolo y el me contesta pasandolos por mi cintura.

- Te amo mucho, mucho, mucho, Hayle- dice en una voz baja, de tan solo oirlo siento como mi respiración se agota.

- Yo más- le sonrio.

Pegamos nuestros labios, eran suaves, no eran dulces ni salados, no puedo describirlo, simplemente puedo decir que eran perfectos, decido acariciar su cabello con mis manos una y otra vez. Nunca pensé que me iba a enamorar de alguien que entro por mi ventana, ni mucho menos que me iba a sentir así con él. Justo ahora siento la sangre bombeando mis oidos, puedo escuchar mi corazón horriblemente loco.

Tom comienza a besar mis mejillas repetidas veces,  después pasa hasta mi cuello, sus labios húmedos hacen que sienta cosquillas por todo mi cuerpo, estoy nerviosa, no se que hacer, mi piel se eriza y no tengo la menor idea de lo que esta pasando. Justo ahora siento miles de cosas que no puedo explicar. Aguanto la respiración y me quedo en completa inmovilidad. Por dios. Por dios. Por dios. Esto es muy rápido. No aquí. No ahora. No se si este lista. No. ¡Dios mio! ¡Ayuda! Con mi dedo pulgar acaricio el cuello de Tom, no sé que más hacer, lo obligo a mirarme y lo beso otra vez más, el beso se torna más fuerte que el anterior, más ritmo, más velocidad, él pasa su mano de arriba a abajo, desde mi cuello hasta mi espalda baja lentamente, mis sentidos amenazan con explotar, los minutos pasan hasta que lo pego más a mi y beso sus mejillas, su frente, mientras poco a poco todo se va haciendo más lento. Y por fin puedo enfocarme en lo que esta pasando.

Decido rodear mis brazos por su cuello y lo abrazo, con mucha fuerza, lo amo demasiado, no sé como hubieran sido las cosas sino nos hubieramos conocido, tal vez me seguiria sintiendo sola, seguiría colada por Adam y el seguiría siendo un patán. No lo sé. Me recargo en su hombro y cuello, rodea su abdomen con mis piernas y me aferro a él. El es muy importante para mi.

El me corresponde el gesto de la misma forma, envolviendome en sus brazos apretandome lo suficiente para no romperme, recargando su cabeza en mi mentón y besando mi frente varias e interminables veces.

- Gracias por todo, Tom. Siempre has estado allí para mi- susurro- No sé que haría sin ti.

- Siempre voy a estar allí para ti, Hayle- dice Tom moviendome de un lado a otro, de izquierda a derecha en un gesto tierno- Aunque no quieras voy a estar allí. No importa la situacion ni el problema, puedes confiar en mi. Siempre.

Esas palabras hacen que todo en mi se revuelva, siento un gran abismo en mi estómago, mariposas y montañas rusas al mismo tiempo, no tengo idea si quiero reir o si quiero llorar, la verdad soy muy sentimental cuando se trata del amor. Definitivamente no merezco a Tom.

- Y yo voy a estar para ti- respondo.

Sonreimos ambos.

Me recuesto al lado suyo y me tapo con las cobijas, me recargo en su hombro como llevo haciéndolo desde que lo conocí, y el como siempre pasa la mano por sus hombros.

El silencio se hace.

Estoy segura que de no haber sido mi culpa nada de esto hubiera pasado, hace unos minutos no tenía consciencia de lo que estaba pasando, ahora que lo sé me siento más que avergonzada.

- Eres muy tierna, ¿lo sabías?

- No lo soy- niego rotundamente- Si lo dices por la playera, es porque mi mamá no me ha comprado una pijama.

- Lo digo por todo- suelta una corta risa y escucho su respiración suave- Todo en ti es demasiado tierno.

Suelto un bostezo discreto, tengo un poco de sueño pero no quiero que Tom lo sepa, aun no quiero dormirme.

- Deberiamos dormir.

Rayos. Lo vio.

Asiento rendida y recargo la cabeza en mi almohada y Tom lo hace también, no sin antes taparme completamente con la cobija y darme un beso en la frente, quedamos uno frente a otro, su respiración me esta haciendo cosquillas en todo mi rostro.

- Buenas noches, Tom.

- Buenas noches, Hayle.

Le dedido la ultima sonrisa del día para después girarme del otro lado y cerrar mis ojos, la mano dudosa de Tom me abraza envolviendome y atrayendome hacia él de una forma suave, a juzgar por sus movimientos, esta demasiado nervioso. Su respiración acaricia mi espalda y siento demasiado sueño.

Me acerco más a él y caigo dormida.

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Solo diré que espero no haberlas decepcionado JAJAJA. No es mucho pero es trabajo honesto.jpg

No se como narrar partes como esta JAJAJA

Me pidieron que fuera más romantico y aquí esta ❤

El Chico De La Ventana | Tom Holland | SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora