El Chico De La Ventana | Tom Holland | SIN EDITAR

41. Inseguridad

Hunter me había llamado, estaba pasando un mal momento, había metido los papeles para su universidad y está en la lista de espera, me pase la mañana tratando de ayudarlo, creo que todos estamos pasando un momento de nervios y estrés por todo.

Habíamos pasado la tarde en la playa, jugamos volleyball (perdimos) y fuimos a comer mariscos justo al lado de la playa, abrace a Tom un sin fin de veces sintiendo que cada vez estaba más cerca de irse, y era cierto.

Me mandaron un mensaje diciendo que mañana me dirían todo acerca de la Universidad, si quedaré o no. Tom se quedo en la universidad que quería, desde que lo acompañe, todos quedaron fascinados con él y lo aceptaron de inmediato.

El quedarnos juntos ya no era una opción, aunque yo me quedará en la misma escuela, Tom se iría a miles de kilometros de mi.

Y es que yo siempre he odiado las despedidas.

La mamá de Tom me había ido a comprar un vestido mientras me bañaba, pasó a una de las tiendas cercanas al hotel y me lo había puesto sobre la cama. Era un vestido rosa con decoraciones plateadas, era muy bonito, era corto de adelante y largo de atrás, me gusta porque no parece de señora.

Finalmente termino de peinarme, me hice un par de trenzas y me amarre el cabello de la mejor forma posible, me maquille con brillos plateados y me puse un poco de perfume.

Mi ceño se frunce cuando veo a Tom afuera de mi habitación, pegado a la ventana.

---¡Oh por Dios!--- exclamó corriendo a abrirle.

En cuanto lo hago, le tomo de la mano jalandolo adentro de la habitación. Me asomo y para mi suerte si había suelo y no puso tanto en peligro su integridad. Por un segundo me asuste tanto de que algo pudiera pasarle.

---Pudiste haber tocado.

---Las buenas costumbres nunca se pierden--- me dice--- Y me sigue pareciendo romántico entrar por la ventana.

---Casi me muero del susto--- admito ahorrando la respiración.

Y la vuelvo a perder cuando lo veo, tiene un traje negro, sus rizos despeinados y realmente me siento tan extraña. El luce tan bien.

---Te ves muy hermosa, Hayle--- me toma las manos con una sonrisa--- Demasiado.

Niego incrédula. Si alguien se veía hermoso era él, parecía sacado de una revista como siempre.

Toma mi mano y me jala con suavidad hacia la puerta.

---Vamos.

Le sigo el paso. Corro sin soltar su mano a tocar el botón del ascensor, me siento un poco torpe con los tacones, fueron los que utilice en mi graduación del año pasado, son tan duros como piedras, los compre en la tienda de al lado porque habían manchado los otros. Son los únicos que tengo.

---Advierto que yo no sé bailar.

---Ni yo tampoco, pero podríamos aprender juntos.

---¡Pero tu eres bailarín! Tienes que ser bueno.

---Bueno, entonces te enseñare--- me abraza recargando su cabeza en mi menton.

---Pido disculpas anticipadas si te piso o hago algo así.

Simplemente se rie.

.

Era un lugar muy bonito, era elegante y había muchas personas, tampoco estaba repleto, pero todos llevaban vestidos y trajes, suelto un suspiro, por un segundo creí que era demasiado. Sin soltar su mano dejo que me guíe, si soy honesta estoy totalmente perdida, nunca había ido a un lugar tan elegante.