El Chico De La Ventana | Tom Holland | SIN EDITAR

14. Mañana

El contacto visual es eterno, y así quiero que se mantenga, los ojos de Tom a unos centimetros de los mios mirandome tal vez brillando o tal vez sea mi imaginación una vez más. El silencio se hace presente y me mata. El sonríe como siempre lo hace, sus ojos se mueven sinconizados con su sonrisa, lo que me hace sonreir inconscientemente. Su cuerpo totalmente pegado al mio me provoca cierta incomodidad, aunque creo que a Tom no. Su mirada desciende hasta mis labios, la tensión es la mayor que he sentido en mi vida.

- Eres realmente linda- susurra y yo me paralizo por completo.

No puede ser. No se que esta pasando aquí, no puedo creer que haya dicho eso, ni aún me lo termino de creer. El ríe ligeramente y yo me sonrojo en ese mismo instante.

Comienza a acercarse a mi lentamente. No estoy pensando en nada justo ahora, solo me siento en modo aleatorio. No puedo creerlo. ¿Me va a besar? ¿Es una alucinación? Oh por dios.

Cuando sus labios estan a punto de rozar con los míos se detiene. No me muevo, solo siento la respiración suya haciendome cosquillas. No lo hará. Estoy segura. Para el solo somos amigos, los mejores y eso es suficiente para mi si lo es para él.

- No siento mi pierna- interrumpo riendome, Tom retrocede inmediatamente y me ayuda a levantarme, me da la mano y yo la tomo, nos levantamos y el ríe.

- Lo siento.

- Esta bien, no calculamos. Es todo.

Se queda observandome fijamente durante unos segundos, pensando en alguna cosa que no entiendo y después mueve su cabeza despabilandose. Se sienta en la cama y toma el control remoto de la mesa. Me siento al lado suyo y cruzo mis pies como en pose de yoga.

- ¿Qué vas a ver?- le pregunto.

- Novelas.

Es suficiente para que yo explote de da risa.

- ¿De verdad vez novelas?

- Si, ¿qué crees que hago en las noches?- pregunta como si fuera lo más obvio del mundo- Bueno, solo me gusta ver una.

- ¿De verdad?

Estoy completamente segura que la sonrisa es imborrable en mi rostro, da al canal y comienza a sonar la intro.

- Apenas, ¿ya vez?

Me rio. El debería ser un actor de telenovela, definitivamente sería un buen personaje de la Rosa de Guadalupe, me quedo observando sus facciones, no se como tiene esa nariz tan perfecta o sus facciones tan delineadas. Saco la lotería.

Tom voltea, a pesar de tratar de voltear mi cabeza no puedo, es como si mi cuello se hubiera atorado en esa posición y trato de no arder de la vergüenza.

El me sonríe y acomoda un mechon de mi cabello detras de mi oreja suavemente, me quedo estática. Al ver que es un poco rebelde mi cabello lo vuelve a hacer una vez más, cuando lo logra sonríe satisfecho y siento que falta su tacto.

No aparta su mirada y veo que sus ojos brillan, tal vez sea la luz que se refleja del foco o otra razón pero le daba un toque más adorable.

- Te invito a salir.

Mi corazón se acelera. ¿Tom me estaba invitando? ¡¿A mi?!

- ¿Qué?

- Mañana, llego a tu ventana a las siete ¿te parece?- sonríe y yo asiente tal vez demasiado rápido- Puedes llevar lo que quieras, te ves bien con todo.

- Esta bien- es lo unico que puede pronunciar mi garganta- ¿Y a donde vamos?

- Ya lo verás.

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