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Capítulo 9 🌾 Día ocho: el encuentro

Up All Night de Slaughter sonaba en la gran Zahúrda en cuanto Jungkook regresó. Había una buena cantidad de almas en pleno júbilo, risas y mucho humo en el aire. El pelinegro se quedó absorto viendo a la muchedumbre atiborrada en cada centímetro del lugar sin importarles nada más que pasarlo de maravilla. 

Dubitativo y curioso se acercó al príncipe Yoongi cuando le halló. 

—Hey, Yoongi... —le saludó rascando su cabeza, sintiéndose completamente fuera de lugar.

—¡Oh! ¡Jungkook, hola! —le abrazó efusivo y levantó uno de sus brazos para hacerlo notar entre la multitud— ¡Oigan todos! ¡Este es mi amigo, el nuevo! ¡Salúdenlo! ¡Se llama Jungkook!

—¡Hola, Jungkook! —le saludaron eufóricos con los puños en alto, provocando que las mejillas del pelinegro se tiñeran de un furioso rojo gules. 

—Aquí todos somos familia, ¿ves? —Yoongi le dio palmadas en la espalda.

—Eso... Acabo de verlo —rió internamente incómodo con una sonrisa torcida—. Y... ¿por qué están celebrando todos aquí? 

—¿Qué acaso no sabes qué día es hoy? —le cuestionó con los ojos abiertos como monedas, recibiendo el meneo de la cabeza de Jungkook— Oh, my...! Es Halloween, mi estimado —la mandíbula del muchacho cayó de la impresión y sus ojos se desorbitaron—. Es el día más esperado para nosotros. Hoy somos libres de hacer cualquier travesura sin ningún prejuicio que en el mundo humano le califican como "actividades paranormales". ¡Qué cómico! —el príncipe se reía con gracia y Jungkook solo terminaba sintiéndose más remoto a la circunstancia. Miró lioso a las almas rodeando cada esquina de la Zahúrda y contuvo la respiración— ¿Caperuzo? ¿No quieres unirte?

—¿Unirme? ¿A qué?

—¡A las travesuras! ¡Claro!

Jungkook no se fiaba mucho de eso, puesto que sentía que no lo pasaría de lo mejor. Sonaba atrevido, algo salvaje, pero se negó con una sonrisa de esas que solo Jungkook encantaba.

—No lo creo, Yoongi. Quizá más tarde...

—Vale, vale. Solo ¡no te cohíbas! —le guiñó un ojo para zambullirse entre la aglomeración de almas.

Jungkook se alejó de toda esa turba y se dirigió al edificio en donde se encontraba el viejo, observando todo desde un costado de la azotea, como siempre. Se le veía apacible y sereno, como si nada pudiese devastarlo. Aquello era muy irónico ya que estaba literalmente estaba muerto, pero aún así el pelinegro le tenía un gran respeto y cortesía. Podía ser más joven que Yoongi pero en su interior sabía que, sin importar los años, Seokjin era muchos niveles más altos que el príncipe. Maduro, sensato, comprometido, responsable, considerado... Todo ello y más se resumía más en el viejo que en el príncipe asesinado.

—Hola, Jin.

—Hace décadas que no escucho ese apodo... —admitió por fin notando su presencia.

—¿Y puedo llamarte así?

—Por supuesto —le revolvió los cabellos. 

El viejo posaba sus ojos en el pelinegro como si fuera un pequeño inexperto en la vida, inocente e inocuo. Muchas veces sentía requiebro y ternura con su sola figura al confín, teniendo esperanzas de que por lo menos sea él una de las pocas bienaventuradas almas en escapar de este Limbo.

—Jin, ¿puedo saber algo? —le inquirió con plena curiosidad, recibiendo el asentimiento del mayor— ¿Cómo es que... terminaste así?

Oh, el rubio sabía a lo que se refería.

post mortem • taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora