Cuando llegó a la secundaria Inosuke fue el centro de burlas por su afeminado aspecto, le apodaban de mil formas diferentes, pero solo uno quedó grabado en su orgullo; ser llamado "Niño bonito" había despertado su furia completamente, haciendo que r...
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Otro día más de escuela comenzaba.
En realidad, estaba por acabar.
Todos rogaban porque terminase.
Un sol matador se había adueñado del cielo desde la clase de educación física (La clase anterior a la actual), varios estudiantes intentaban refrescarse usando sus cuadernos u hojas de papel como abanicos, otros parecían morir sobre sus asientos, derritiéndose mientras veían la clase, los que usualmente llevaban suéter (Tanjirō, Zenitsu y algunos otros) se los habían quitado sudando como puercos, incluso el profesor Rengoku se abanicaba con una carpeta mientras explicaba la clase.
El haber hecho educación física hace poco solo empeoraba las cosas, haber corrido 20 vueltas a la cancha tenía medio muerto a la mayoría, ya todos se habían terminado el agua en sus botellas, y como estaban en la última hora no tenían permitido salir a rellenarlas en los bebederos.
Esta era la triste historia de ser una escuela pública sin aires acondicionados.
La clase los tenía aburridísimos, la diversidad cultural en los otros países hubiera sido entretenida de no ser porque ya era la cuarta vez que veían ese tema en el mes. Sorpresivamente para todos, el tema fue interrumpido por un grito de frustración. Inosuke se había arrancado la camisa del uniforme (rompiendo los hilos que sostenían los botones en el proceso) y la había tirado al suelo mientras inhalaba y exhalaba con fuerza, intentando obtener más aire.
Oh la la~
Varias chicas del salón quedaron asombradas por el marcado abdomen que tenía su compañero, algunos chicos simplemente envidiaban en silencio (cofcofZenitsucofcof) y otros solo admiraban los fuertes músculos.
Tanjirō encajaba entre estos últimos.
— Hashibira, haga el favor y colóquese la camisa del uniforme de nuevo. Sé que hay mucho calor, pero ¿Usted me ve quitándome mi uniforme? — Regañó con el ceño fruncido el profesor Rengoku, dejando de abanicarse con la carpeta y cruzando sus brazos sobre su pecho con reproche a su alumno.
Oh la la~ x2, con eso de ponerse de ejemplo de quitarse el uniforme varias chicas dejaron volar su imaginación (me incluyo, es que está bello).
— Profesor — Kanao pidió la palabra levantando la mano, recibiendo un asentimiento por parte del profesor de historia, dándole a entender que le daba permiso de hablar — Hashibira le arrancó los botones al uniforme — Aclaró mientras mostraba el botón que estaba en la palma de su otra mano, el cual anteriormente había caído sobre las hojas de su cuaderno. Ella se sentaba justo atrás del azabache (No exactamente porque quisiera. Su hermana mayor era la profesora de ciencias, y le había pedido que ayudara al azabache y le echara un ojo, por eso se sentaba atrás de él).
Rengoku dio un suspiro.
— Ponte la camisa aunque no tenga botones, tienes suerte de que esto haya sucedido en la última hora, pero no que haya sido en mi horario. Lo dejare pasar por los momentos, pero pensare un castigo por tu comportamiento.
