Cuando llegó a la secundaria Inosuke fue el centro de burlas por su afeminado aspecto, le apodaban de mil formas diferentes, pero solo uno quedó grabado en su orgullo; ser llamado "Niño bonito" había despertado su furia completamente, haciendo que r...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A pesar de que ese viernes no tenían tantas horas de clase como de costumbre, el día estaba siendo significativamente agotador. Demasiados trabajos individuales con demasiado texto y demasiadas palabras inentendibles.
Le caía muy bien la profesora Shinobu, pero sinceramente la clase de ciencias no era ni mínimamente de su agrado, en especial si debía hacer trabajo individual (principalmente porque no captaba casi nada de todo lo anteriormente explicado).
Aunque hay que darle algo de crédito a la profesora Kochō, ya que lograba que Inosuke entendiera algo.
Al fin y al cabo del profesor Sanemi no se podía decir lo mismo. Él (a pesar de ser el maestro de Matemáticas) no era de los que explicaba dos veces un tema.
Cosa que no favorecía a Inosuke, que no era de los que entendía a la primera.
Menos a la segunda.
Tampoco a la tercera.
Con suerte a la cuarta.
Mayormente a la quinta. ¡Pero no estamos aquí para hablar del coeficiente intelectual del azabache!
— ¡Júrame que te vas a poner conmigo para el examen de matemáticas de la semana que viene! ¡JÚRAMELO MONITSU!
Tanjirō reía mientras veía a esos dos (más por su mejor amigo, que maldecía al profesor Sanemi silenciosamente).
¿Que por qué maldecía al maestro de matemáticas? Pues porque había puesto de ejemplo al top 3 de los estudiantes de 5to con las notas mas altas en matemáticas (esto para que dejaran de quejarse de que era muy difícil comprender la materia).
¿Resultado? Inosuke había descubierto que Zenitsu ocupaba el segundo puesto.
¡Y las oportunidades no hay que desperdiciarlas!
— ¡Ya! ¡YA! ¡Ok! ¡Te juro que haré el examen contigo! — El rubio parecía querer desaparecer de la faz de la tierra.
Volteó a ver a Tanjirō (que seguía riéndose) y entrecerró los ojos mirándolo con odio.
— ¿Por qué me dejas caer al vacío? ¡Creí que teníamos algo especial! — Lloriqueó Zenitsu.
¡Tanjirō siempre hacía los exámenes con él! ¡Y ahora dejaba que los separaran tan fácilmente!
Cruel, simplemente cruel.
— Disculpa, es que me gusta ver como es que se han vuelto tan cercanos, estoy feliz.
Ja. Ja. Ja.
¿Y cómo no volverse cercanos contigo estando tan distante papito?
Con esa señalación, el divertido ambiente que antes les rodeaba parecía haberse esfumado. Y pues ¿cómo no? Técnicamente les estaba diciendo que estaba feliz porque todo lo "malo" que se hallaba sucediendo había llevado a que se acercaran.
