Capitulo 13

3K 444 125
                                    

¿Se acuerdan cuando les dije que Zenitsu pensaba que nada podría arruinarle el día, pero que en realidad las cosas no le resultaron así?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Se acuerdan cuando les dije que Zenitsu pensaba que nada podría arruinarle el día, pero que en realidad las cosas no le resultaron así?

Bueno pues busquen sus vasitos de jugo y relájense, que se les viene tremendo chisme.

Una vez él y Tanjirō culminaron su plática, fueron donde el bus los esperaba para (por fin) ir a la playa. Cada quien preparó sus trajes de baño, bloqueadores solares, algún que otro artículo que les serviría para entretenerse, y así.

Ya que esta vez algunos profesores tuvieron que quedarse en la posada haciendo preparaciones para cuando fuera el almuerzo, no hubo necesidad de que los delegados de tercero tuvieran que ir en el autobús de los de quinto. Por lo tanto Tanjirō no pudo aprovechar para hablar las cosas con Muichirō, y Zenitsu no pudo compartir asiento con Nezuko (con la cual por primera vez sentía que tenía una mínima oportunidad real de tener algo más que una amistad)

El pelirrojizo concluyó que no necesariamente tenía que hablar las cosas de ya para ya, y que era mejor pensar detenidamente lo que iba a decirle. Por lo cual decidió que cuando hubieran regresado a la posada (aproximadamente casi a las ocho de la noche), le diría todo lo que le debía decir a Muichirō.

De parte de Zenitsu, él planeaba reunirse con Nezuko para jugar con ella a hacer castillitos en la arena (como viene diciendo que quiere hacer desde hace un buen rato), y a sabiendas de que no debía ponerse tan intenso, pensó en irla a buscar más tardecito, más o menos como poco después del almuerzo. Pero le salió el tiro por la culata.

Niños, recuerden esto, das lo que recibes y recibes lo que das. Ya sea mágicamente por los poderes demoniacos de Belcebú en tanga (ósea, el karma, claro está), ó, porque te metiste con cierta gente con la que no era una magnífica idea meterte.

Dicha la enseñanza de hoy... ¿Adivinen quien está siendo correteado por los compañeros de clase a quienes les dio información errónea para que se perdieran parte del viaje a forma de venganza?

¡Exactamente! Nuestra querida mamá gallina.

— ¡No huyas Maldito! — gritó un castaño, siendo acompañado por su amigo en aquel corre que te atrapo.

— ¡Eres un gallina! ¡Ven y enfréntanos!

¿Saben? Ahora se arrepentía de su venganza.

Niños, otra lección (esta me la dijo Don Ramón), la venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena.

O en el caso de Zenitsu, te sale mal y a fin de cuentas tú te conviertes en el perjudicado.

— ¡SALVENME! ¡AYUDA! — Gritaba el rubio mientras corría como nunca lo hacía en clases de educación física.

Ah~ si tan solo Tomioka lo viera...seguro y se le hubiera salido una lagrimita por el orgullo que sentiría mientras dice "crecen tan rápido"

Bueno no, posiblemente le hubiera dado tremendo regaño a Zenitsu por flojo, y en compensación por todas las veces que se escapó de su clase, lo hubiera puesto a correr durante todas las tardes hasta que se graduase.

Niño bonito | InoTan (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora