Cap.8

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"Qué cálido"... lentamente abría sus ojos, antes de moverse siquiera, pudo sentir que vestía albo sumamente suave y a la vez esponjoso, además que unos brazos, además de darle calor, le hacían sentir sumamente protegido... "¿Dónde estoy?"...

-¡Me alegra que ya despiertes!-

-Tae - Jungkook intentó incorporarse, pero el fuerte abrazo se lo impedía.

-¡Tranquilo... ya pasó... estas a salvo! - decía Tae acariciando los aún húmedos cabellos de Jungkook - ¡La niña esta con sus padres, muy bien aunque preocupada por lo que podía haberte pasado!-

Tae soltó el agarre sentándose en la cama, fue en ese instante que Jungkook pudo percatarse que el mayor también tenía los cabellos húmedos y solo vestía una especie de bata de lana.

-¿Qué pasó? - susurró el más joven percatándose de que se hallaba en el cuarto que le habían indicado sería suyo.

-¡Simple!... ¡Salte al agua y te rescaté!... ¡Dime una cosa!... ¡¿Cuándo caíste al agua, recordaste que no sabías nadar?! - dijo con un tono mordaz el mayor.

Jungkook se sentó en la cama, y Tae no pudo evitar sonreír al aceptar que su pequeña calamidad tenía una apariencia adorable.

-¡Si!-

-¿Ehhh?-

-¡Cuando caí me acorde!... ¡Gracias!-

Ni Lay, ni Keun querían separarse de él en todo el día, en los ojos de ambos podía notarse los momentos de angustia que habían vivido.

-¡Nunca Más,... Oíste! - decían ambos.

Esa noche, Jungkook había dormido acompañado de Keun, este aún se sentía tan culpable, después de todo, había sido él quien lo llevó a patinar.

En otra parte Tae también se disponía a dormir, había algo que lo preocupaba, pero pensaría en eso después, una sonrisa adornó su rostro al recordar la escena.

-¡Tienes una piel muy suave!-

---Flash Back---

-¡Está helado!... ¡PREPAREN AGUA CALIENTE!-

-¡Yo lo bañaré, primo!-dijo Keun.

-¡NO!... ¡lo haré yo!-

---Fin del Flash Back---

-¡Muy suave! - y con ese pensamiento se durmió.

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-¡¿Estas seguro de haberlo escuchado bien, Lay?! - preguntaba Jungkook observando por uno de los ventanales.

-¡Así es, su alteza!-

-¡Jungkook!-

-¡Así es Jungkook!... ¡Esta noche antes del baile principal por los cumpleaños de tu prometido,él romperá el compromiso! -Lay miraba al pequeño, queriendo descifrar que pensaba, más sus esmeraldas nunca demostraron nada.

-¡Entonces hare todo correctamente!... ¡Ya esperaba que esto sucediera!... ¡A mi parecer se había tardado demasiado!-

-¡Ah, por cierto!... ¡Su majestad Namjoon no esta de acuerdo!... ¡Ese hombre te tiene mucho cariño!-

-¡Me hace feliz eso... por que yo también le tengo mucho cariño!... ¡Ahora sal... debo ver que me pondré esta noche tan especial!-

En otra parte del castillo dos hombres estaban hablando, uno estaba sumamente molesto, el otro bastante despreocupado.

-¡Está bien!... ¡Has lo que quieras!... ¡Pero luego... no te quejes!-

-¡Ay padre, eres muy dramático!-

-¡Ah, cierto, lo había olvidado! - de pronto el rostro del rey se iluminó - ¡El príncipe Jimin vendrá a tu fiesta... tuve que invitarlo! - El rey sonrió al ver la expresión de su hijo.

- ¡A él realmente le va a encantar tu decisión! ¡Siempre ha tenido interés en el pequeño!... ¡Supongo que se comprometerán inmediatamente! ... ¡Pensándolo bien... Jungkook se vería tan tierno entre sus brazos... supongo que sería el deseo de Sik! - Dijo dando un golpe muy duro de palabras.

-¡Ya cállate, padre! - Tae sale terriblemente molesto del cuarto, caminó sin rumbo fijo, cuando se percató ya estaba entrando en el cuarto de Jungkook, hallando a este mirando absorto por la ventana.

-¡Parece enojado...! ¡La nieve es hermosa... aunque extraño los campos verdes y el olor a flores! - susurró sin mirar al recién llegado.

-No hay nada en mi reino... que te supere en belleza-

-Su regalo esta sobre la cama, espero le guste! - Jungkook habló sin prestarle atención a los comentarios del mayor.

-Es una excelente espada, aunque preferiría... otra cosa.... pero eso lo obtendré esta noche...Nos vemos en mi fiesta -

-¡Ahí estaré! - cuando salió del cuarto Jungkook al fin se volteó... "¿Qué será de mi, cuando me deje?"...

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No pudo evitar sentirse apenado al ser el centro de atención en la fiesta, todos los nobles que asistieron le dedicaban curiosas miradas, todos se le quedaban viendo.

El Rey al notar la incomodidad del pequeño, se colocó a su lado para hablarle y así hacerle sentir más seguro y menos apenado.

-No te apenes... Digamos que tienen curiosidad de ver al prometido del príncipe-

-¡Supongo que no soy del agrado de la mayoría!... ¡Habrán esperado a alguien más parecido a mi hermano! - comento tímidamente.

-¡No digas eso!... ¡Por cierto!... ¡Debo advertirte que te invitarán a bailar y aquí se considera una descortesía rechazar una invitación! - decía el Rey al notar que un joven noble se acercaba a ellos - ¡Si ya no te place bailar, solo mírame e iré en tu ayuda! - concluyó sonriendo el soberano.

Como Namjoon se lo había advertido, casi todos, sin importa la edad le invitaban a bailar, a la distancia Tae observaba la escena, sin intervenir.

Jungkook se desenvolvía muy adecuadamente en ese ambiente, a pesar de no estar acostumbrado, más fue cuando el pequeño aceptó bailar con Jimin, que Tae sintió hervir su sangre por los comentarios que en esa mañana le hiciera su padre.

Jimin parecía muy conversador , Jungkook también le sonreía cortes, la mayoría de los súbditos le dirigía miradas de intriga a su príncipe, pues era conocido por todos en el reino, que Tae odiaba a Jimin.

Por fin, el peli negro no lo soportó más y se acercó a la pareja, a lo lejos se veía sonreír a Yung y Keun por la escena, cuando hubo llegado, hizo una reverencia que Jungkook y Jimin imitaron.

Comenzó la danza para felicidad de los invitados, entre su amado príncipe y su bello prometido.

-Contésteme una cosa, alteza - Jungkook preguntaba a Tae sin cambiar en ningún momento la expresión tranquila de su rostro - ¿Acaso nunca va a superar que mi hermano lo haya preferido a él antes que a usted? - la pregunta paralizó al peli negro.

Por lo que la música dejo de sonar, Jungkook hizo una reverencia y se fué con Keun, mientras Namjoon se acercaba a su hijo, el cual sonriendo dijo que ahora le tocaba bailar con su padre.

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