❤+Compromiso Pactado+❤

Cap.37

-¡Me pregunto si Tae cumplirá su promesa! - Marcus miraba en dirección al castillo, sonrió con picardía por la idea.

-¡Tae es mi hermano y lo conozco bien, él ya debe ser suyo! - dijo la joven casi dormida entre los brazos de su padre.

-Lo que yo me pregunto... es si es que fue con Tae o con Osiris con quien estuvo mi pequeño! - comentó Keun observando como su propio prometido se iba acercando.

-Por que conozco a mi hijo... te digo que mañana será a Tae a quien escuches nombrar por aquellos jóvenes labios- el mayor cargaba a su hija y se dirigía al castillo, Keun miró a su hermano y ambos sonrieron divertidos, más Hyung vino a acabar con ese momento, al decir...

-¡Es hora de dormir!-

-¡Cuñado... eres un aguafiestas! - Marcus dejaba a los prometidos solos, Keun sonrió por el comentario de su hermano, se acurrucó entre los brazos de Hyung.

-Yo si tengo sueño... ¡Me acompañas!-

-¡Claro mi primavera!...-

-¿Y tú que crees que haya pasado? - dijo al fin, muerto de la curiosidad, el menor mirando de reojo al rubio, quien mirándolo serio acotó.

-¡Todo!-

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"¡Solo espero que mi pequeño este bien!"... Hoseok se dirigía también a su cuarto, en el camino Chuang lo esperaba, se puso nervioso por este hecho.

-Quiero hacer un trato contigo - dijo mirándolo serio.

-¿Cuál? - preguntó aún nervioso.

-¡Si en los enfrentamientos de este día te venzo, aceptarás ser mi esposo! - dijo y, a Hoseok esa actitud le dio gracia.

-¡No hace falta que me venzas... acepto! -

...“¿Qué fue lo que pasó?..¡Se siente cálido!”… pesadamente abre sus ojos, siente el tibio cuerpo bajo el, sonríe al comprender todo, un sonrojo generalizado inunda su rostro; quiere y no quiere mirar hacia arriba, una caricia en su espalda le hace estremecer.

-Buen día– susurra Tae besando los cabellos del menor- ¿Te sientes bien?-

-Si-  susurró bajito al momento de levantar la mirada hacia el mayor, a Tae le encantó esa imagen- ¡Deja de mirarme así! -

-Definitivamente esa cara de angelito que tienes no combina para nada con tu carácter– coloca al menor boca arriba en la cama, y se pone encima - ¡Tendrás que acostumbrarte a mis miradas, soy tu esposo!-

Jungkook miró al mayor, se veía muy seguro de sus palabras, entonces lo miró con toda la frialdad que era capaz de demostrar; Tae le devolvió la misma mirada, ambos eran semejantes y al mismo tiempo diferentes.

La mirada del menor, muy en el fondo poseía un asomo de temor, mientras que la del mayor, no parecía conocer el miedo.

Jungkook acarició el rostro de Tae, al hacerlo consiguió que este sonriera, a lo que el menor sonrió… “¡Te amo tanto… que duele!”… 

-¡Te amo! – dijo mientras rodea el cuello del mayor para atraerlo más a él -Tengo hambre… sabes-

Tae besó apasionadamente los labios de su esposo, al momento en que lo carga en brazos y lo lleva hacia el cuarto de baño, alguien ya se había encargado de preparar el agua tibia dentro de una tina, el peli oscuro metió primero al menor al agua y mientras este se divertía observándole, el también se introdujo lentamente.

Fueron largos minutos de apasionados besos y caricias, Tae simplemente no se sentía satisfecho de Jungkook, y entre susurros se lo hacía saber, aquel comentario sacaba acalorados sonrojos en la faz del menor, quien mostrando una mirada, que definitivamente a Tae le gustaba más, seducía e instaba al mayor a continuar.

Una vez bañados, ambos se vistieron para las festividades que correspondían a ese día, el peli oscuro no pudo contener los deseos de vestir el mismo a su pequeño, esto pareció disgustar un poco al menor.

Pero al final, no tuvo más remedio que dejarse hacer por Tae, pues era eso  o el volverlo a hacer en ese mismo instante, según la clara afirmación del mayor. Cuando iban de salida Jungkook se quedó pensando un momento Tae se volteó a verlo, se sorprendió al notar al más joven por demás serio.

-¡Tae!... ¡no… ¡Osiris!! – Jungkook se acercó a su esposo y le  acarició el rostro - Ante todos serás Osiris… por lo menos hasta que hable con mi padre… ¿Si?-

-¡No deseas que sepan que sabes quien soy! – dijo el mayor a su niño - ¿Por qué?-

-¡Compláceme!... Temo la reacción de mi padre, si se llega a enterar de que estas vivo– Jungkook se perdió en sus pensamientos por un segundo, la verdad a lo que temía era a la reacción de Jimin, este le había demostrado ser capaz de cualquier cosa y su padre, estaba con él.

Además había algo más que según le oyó decir a Hoseok en aquella tienda, piensa su padre... “No… mejor que siga pensando que me case con otro… si se entera que es Tae querrá venganza”…

- ¿Y bien?-

-¡Creo que es lo mejor, ante todos en mi reino, tú aun piensas en mi como Osiris, excepto mi padre… él sabrá la verdad! – Jungkook asintió a las palabras,se acurrucó en sus brazos- ¡Vamos!-

-¡Si!-

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Los enfrentamientos habían sido feroces de cada bloque iban quedando sólo los mejores guerreros y para sorpresa de Tae y de Jungkook, quienes alcanzaron la final no eran otros, más que Xiumin y Chen.

Jungkook no dejo de apoyar a su guerrero desde que empezó el combate, hasta que terminó, Xiumin era realmente bueno según lo dicho por el propio príncipe, él provenía de un largo linaje de buenos espadachines en Atlantis de hecho, su familia era fiel servidora de quienes, incluso en esos días, ellos profesaban eran los únicos verdaderos reyes de Atlantis… LA FAMILIA MARCUS…

Chen por su parte, provenía también de una familia guerrera, entrenado por su padre y abuelo, no había nadie en Averno que pudiera contra su espada, bueno quizás solo Tae, pero hasta él había dicho que tal vez su posición de príncipe le había dado la victoria frente a su guerrero, pues se sabía que este al igual que sus demás caballeros, le tenían un respeto sin precedentes a la familia real.

Yiyi consideró justo, un empate ya que el estado de cansancio de ambos jóvenes y el que sus espadas simplemente se hayan quebrado ayudó, aunque en sus miradas el combate seguía, un empate era por demás humillante, aunque eso también lo solucionó la princesa al decir.

-¡De su unión saldrán realmente… guerreros invencibles! – apenados como se sintieron al escuchar esas palabras, lo último que les quedó fueron deseos de seguir en ese lugar para seguir siendo victimas de pícaras miradas del público.

Jungkook no podía parar de reír, su cuñada era realmente muy astuta igual que su suegro y Tae, quien al verlo tan complacido con la batalla le rodeó entre sus brazos y besó su cuello  cosa que consiguió pintarle al menor un notorio sonrojo y sacar del público varios suspiros de emoción.