Cap.46

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Llevaban horas desde que abandonaron Giudecca, no tenían ni idea del camino que habían tomado los hombres de Jimin, más suponían que sería hacia Atlantis que irían, pues eso sería más seguro para ellos.

Tae mostraba una imagen impasible, de una fría tranquilidad aunque en el fondo sabía a la perfección los peligros que correría su niño en manos de Jimin, esa idea le carcomía la mente más no podía dejarse llevar por sus emociones, necesitaba mantenerse lo más relajado que pudiera, debía pensar.

Sabía que a pesar de todo el príncipe de Atlantis no podría matar a Jungkook, eso no le convenía... pero los amigos de su esposo no contaban con esas seguridad; el horizonte dejaba notar ya los primeros rayos de sol, su corazón tembló de angustia... "¡Jungkook... no importa lo que pase, volverás a mi lado!"...

-¡Mi señor!... - Hyung hablaba con un tono por demás frío.

-¡¿Qué ocurre?!-

-¡Lo mejor será que nos separemos mi señor, no creo que vayan al castillo de Atlantis y tampoco sería conveniente ir allá!-

-¡Lo se! - Tae detenía el andar de su caballo. Miró a sus guerreros- ¡Dos grupos de cuatro!... ¡Mis jueces irán conmigo hacia el río!... ¡Yung, irás junto a los gemelos y al patriarca hacia el bosque!-

-¡¡¡SI!!! - cada grupo se separó debían reunirse en dos horas, justo camino al templo del dios Sok.

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Todos parecieron inquietarse por las palabras de Jimin, vieron las sonrisas dibujadas en los rostros de sus subordinadas, sentían temor, pero no lo demostraban, cuando el príncipe de Atlantis estaba por retirarse, uno de sus guerreros le hablo.

-¡Mi príncipe! - fue Stive quien había tomado la palabra.

-Si lo recuerdo... puedes hacer lo que quieras, tienes mi consentimiento- dicho esto, Jimin simplemente sonrió alejándose rápidamente del lugar seguido muy de cerca por Mayk, quien llevaba a Yiyi.

Los vieron a la distancia, reinaba un muy incómodo silencio, estaban nerviosos, ya sus mentes trabajaban a mil por hora intentando encontrar un modo de escape pero parecía que todo estaba en su contra.

-¡Bien... aquí no separamos, supongo que nos veremos las caras en el castillo dentro de tres días!-

-¡Stive, ¿donde piensas que vas?! - Jhon había hablado.

-Pues a mis tierras, fue el premio que me dio nuestro señor, por haberlo llevado hasta su niño - se aproximo hacia los prisioneros, especialmente hacia uno, Sehun rápidamente intentó retroceder pero el otro ya lo había sujetado fuertemente del brazo - ¡No temas... deberías estar feliz, acabo de salvarte la vida!-

-¿Qué?... -Sehun lucía sumamente pálido.

-Vendrás conmigo... luego podrás agradecerme como se debe - casi arrastra al joven hasta su caballo, lo mota y luego sube él - ¡Dile adiós a tus amigos!-

-¡No!... - Xiumin en vano intentó ayudarle, ninguno pudo hacer nada, aquel tipo simplemente se había llevado a su amigo y lo que más los desesperaba era, ver la cara de terror que mostraba el menor - ¡Maldito!...-

-¡Deberían preocuparse, por ustedes mismos, su compañero tiene suerte, al parecer le gusta más de lo que creímos a Stive ya que pidió por él ante nuestro señor! - hablaba Jhon acercándose a Lay

- ¡Fue él quien nos indicó la manera de entrar a aquel lugar, que por cierto pronto vamos a visitar... no va a quedar nadie con vida! - su voz indicaba que gozaba ante la sola idea - ¡Me extrañaste... cariño! - Lay intento alejarlo, más el mayor lo sujeto con fuerza de la cintura atrayéndolo hacia su cuerpo y besándolo luego con brusquedad - ¡ME VOY A DIVERTIR UN RATO CONTIGO... ¡QUÉ NADIE ME MOLESTE!!-

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