Cap.63

91 8 2
                                    

Habían pasado ya dos años desde aquel día, dos largos años en los que se había refugiado en aquellas lejanas tierras en un lugar que era el destino para todos los exiliados de su reino, un destino que había aceptado, con todas las consecuencias que ello acarrearía.

-Tae... ¿me perdonarías?... ¿me habrás olvidado ya? - un joven se abraza a su cuerpo mientras sus memorias lo llevan a revivir aquellos días en los  que decidió cual sería su camino.

---Flash Back---

-¡Deberías cambiar esa cara de envidia, Sasha... Tae siempre me ha amado sólo a mí, era su destino y el mío estar juntos... ¡Como buena bruja... deberías saberlo!!-

-¡Maldito mocoso! - sin pensarlo dos veces la joven empujo al peli verde al río,sonrío divertida al ver como sin remedio se hundía pues poseía ambas manos fuertemente atadas.

Pudo sentir como era arrastrado sin piedad por la corriente, un grito se oyó apenas había caído al agua para luego simplemente hundirse, el agua lo arrastraba y no hizo nada para evitarlo, apretó ambas manos atadas a su pecho, todo el camino a ese lugar se había cerciorado de que su daga aún este ahí... era el momento de usarla.

No perdió tiempo, se estaba quedando sin aire, y a pesar de que deseaba morir no podía permitirse eso, cortó con cuidado las amarras y salió a la superficie, fue la bocanada de aire mas placentera de su existencia, con el aire le entraba nueva vida en el cuerpo y nado a favor de la corriente, utilizando aquella fuerza a su beneficio, y con ligeros movimientos pudo acercarse a una orilla, no escuchaba nada más, que no fuera la lluvia y el río.

Se sentía exhausto, su corazón palpitaba a mil, tocio con fuerzas cuando con las pocas fuerzas que le sobraban llegó por completo a la orilla y pudo salir del agua, le costo un poco recuperar todo el aire y escupir toda el agua que había tragado; aún jadeante observó con detenimiento el lugar en donde se encontraba, reconoció el lugar.

No tenía tiempo que perder, sin mas simplemente se introdujo en el bosque, debía ir lejos del río y la lluvia, seguramente, borraría todas sus huellas.

Caminó un largo trecho hasta encontrase con unos caballos y con su maestro, este le cobijo con un abrigo, le ayudó a montar, y sin pronunciar palabras emprendieron camino.

----------------

El viaje fue agotador, mas al llegar al templo, pudo darse un baño y descansar un poco, todos los últimos acontecimientos habían desmoronado su mundo, y su fortaleza, no se sentía digno de existir, pero ahora ya no era sólo él, por lo que debía existir... era para su hijo.

Las semanas transcurrían sin muchas novedades, aunque se enteró de que Tae se estaba recuperando y estaba ocupando el lugar que le correspondía, eso le alivio a su alma, así como el enterarse de la relación de su padre con Yiyi.

A esos lejanos lugares no llegaban muchas novedades de Tierra o Averno, por lo que se tuvo que conformar con lo que podía averiguar por medio de Delios, pues él no salía mucho del reguardo de los dominios del Templo.

En aquel lugar pudo volver a entrenar su mente, y apaciguar su espíritu, los sabios estaban mas que de acuerdo en que Jungkook sería un excelente gobernante y si se lo proponía, un guerrero de temer, más los entrenamientos físicos el menor los dejó de lado con el cuarto mes de embarazo, y conforme evolucionaba su estado, se pudo percatar de la falta que le hacían sus amigos, y por sobre todo, Tae.

En una mañana muy fría, mientas paseaba por el bosque, se encontraba despejándose, deseaba respirar aire fresco, su estado lo había vuelto algo mas lento, pero nadie dudaba en afirmarle que su belleza se había duplicado fue mientras caminaba y acariciaba su vientre, pues en los últimos días su pequeño se había vuelto muy inquieto que...

❤+Compromiso Pactado+❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora