Cap.36

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..."¡No has cambiado en nada Tae!"... Jungkook había permanecido en silencio luego de escuchar aquella respuesta afirmativa, su corazón simplemente dejó sus desesperados latidos, y estos se fueron acompasando,se levanto mirando amigablemente al mayor, rodeando el cuello de este con sus brazos, Tae estaba por dejarse llevar cuando...

-¡Uhhhh! - Tae apenas y pudo mantenerse en pie, el menor le había propinado un fuerte golpe en la entrepierna, más eso no era nada para él y ya sintiéndose realmente molesto, siguió con la mirada al joven que con llave en mano... "¿En qué momento me la quitó?"... se dirigía veloz hacia las puertas.

Cuando hubo metido la llave y se disponía a abrir la puerta; una mano, apoyándose sobre la misma, hizo fuerza para que no lo consiguiera, sintió la respiración, un tanto agitada, del mayor en su cuello.

-¡Cuando te vi con él, a orillas de ese río juré que no me detendría hasta hacerle pagar su osadía y hasta que tú...! - Tae no continuó hablando, sentía tensión en el más joven incluso se arriesgaba a asegurar que era desprecio, esa actitud tan fría, le disgustó.

Tomo del brazo a Jungkook e inmediatamente lo lleva hasta el lecho, donde prácticamente lo avienta.

- ¡Hasta que tú tomes el lugar que te corresponde a mi lado... ¡Me encargaré de borrar cada uno de sus besos!!-

-¡Suéltame!... - Jungkook forcejeaba con el mayor, ya no quería estar con él - ¡Te odio... me das asco! - sus palabras detuvieron el avance de los besos de Tae, quien miró esos ojos que se apartaron de los suyos.

..."¡Es mentira... se que me ama!"... el peli oscuro apretó el agarre, el menor simplemente no hizo ningún gesto, ni de dolor ni de disgusto de hecho, miraba ido hacia un costado, eso desesperó al mayor... "¿Qué hice mal?"... y entonces cayó en cuenta... "¡Te acercaste a mi... por venganza!"...

-¡Los celos me volvían loco, todos esos años en que estuve encarcelado por que en el tiempo en que estuve a tu lado, no hice lo suficiente para que tú me amaras! - Tae susurró al oído del menor, Jungkook lo escuchaba atento, aunque no demostró ningún interés en sus palabras - ¡Cuando te tuve a mi merced... ni siquiera pude saciar mis deseos de ti, como había planeado porque deseaba que te entregaras a mí! - lentamente el menor dirigió su mirada al rostro del mayor, el cual se mostraba sumamente abatido - ¡Quise que te enamoraras de Osiris, pues con él no existiría, el fantasma de Sik; creí que lo había logrado, cuando la noche pasada, me besaste con el mismo deseo con que yo lo hacía!... ¡y... cuando... me llamaste a mí, y no a Osiris... yo fui tan...! -

Tae no pudo terminar de hablar, con una de sus manos, que se había logrado librar del, ya débil, agarre del mayor, Jungkook se la coloca sobre sus labios ya no quería escuchar explicaciones, su mirada aún era fría, Tae acarició ese rostro, delineó aquellos labios sonrió dulcemente al entender.

- ¡Te amo tanto... que duele!-

Un asomo de sonrisa iluminó la faz del menor, quien acarició el rostro del mayor con su mano derecha, la cual el mayor tomó, primero beso la palma, donde se hallaba la herida, luego el dorso y continuó besando cada dedito de aquella mano, la otra mano del Jungkook, se dirigió al hombro del peli oscuro acariciando delicadamente la piel. Tae tomo a Jungkook por la cintura y le instó a acomodarse sobre el lecho, luego acercándose a ese bello rostro.

-¡Abre la boca! - una sonrisa fue la respuesta a esa orden, lentamente esa boquita se fue abriendo, Tae se aproximó y juguetonamente comenzó a introducir su lengua en la pequeña cabida, rápidamente aquel juego se convirtió en beso, uno fogoso, lleno de pasión y deseo; dejó sus labios para besar su cuello, mientras una de sus manos acariciaba las piernas del más joven, que comenzó a gemir bajito.

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