Cap.41

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A pesar de sus habilidades natas en medicina, Rik, hijo de Suho le había dicho a su padre de sus deseos de ser un gurrero, por lo que el mismo se encargaba de entrenarlo por las noches.

Yoongi estaba siendo testigo de dichos entrenamientos, Rik parecía especialmente motivado esa noche pues no sólo su padre lo entrenaba, sino que el nuevo consorte del mismo los estaba ayudando.

Al más pequeño le impresionaba que alguien con una apariencia tan delicada, fuera tan fiero guerrero cuando los tres se dispusieron a descansar, se notaba la armónica relación que entre ellos había, pues rápidamente los tres se llevaron maravillosamente, parecían haber convivido hacia mucho.

Al fin se dispusieron a dormir, Yoongi arropo al menor en la cama le dio un tierno beso en la frente y al salir cerró la puerta, Suho lo había estado observando todo desde un principio. 

-Te gustan los niños– susurró atrayendo a su esposo a sus brazos.

-Si… me agradan aunque te admito, que no estoy seguro de agradarle a él– dijo el menor apoyando su cabeza sobre el pecho del mayor.

-¡Le agradas mucho… creo que si fuera más adulto rivalizaría conmigo por tu amor!-

-¡No digas eso!-

-Solo estoy jugando… ven…-

Yoongi siguió a su esposo al cuarto, Suho no era de andarse con rodeos cuando deseaba algo y esa noche, deseaba a Yoongi.

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-¡Deja de preguntarme… no te lo diré! – Lay se acostaba dando la espalda a Yung, quien definitivamente no iba a darse por vencido. 

-Dime amor… ¿qué le pasa a mi hermanito? – Yung volteaba al menor, y se colocaba encima suyo.

-¡Ya te lo dije… primero se lo quiere decir a su esposo, después te enterarás! –

-Me estoy preocupando, lo he visto cansado, no come bien, dime… ¡lo maltrata Hyung! – dijo al fin sacando a la luz su preocupación, el menor se enterneció al ver la preocupación pintada en los ojos de su esposo.

-Esta bien… pero cuando te lo diga él, haz el favor de sorprenderte, y no delatarme...– Yung sonrió y escucho atento - ¡Bueno… él va… bueno… vas a ser tío!-

Justo en ese momento alguien toca la puerta, Yung se levanta a abrir, al ver a su pequeño esperando afuera no puede evitar sonreír, abrazarlo y besarlo.

-¡Lay… LO PROMETISTE!-

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La fiesta por el cumpleaños del príncipe mayor habían transcurrido con normalidad, incluso al día siguiente se llevaron a cabo los acostumbrados torneos sin embargo, mientras se estaba llevando a cabo la final.

En donde estaban demostrando su habilidad tanto Osiris/Tae como Yiyi, pues había que recordar que también, los festejos fueron en honor a ella, pues era también su cumpleaños, se hizo presente uno de los guardias de Averno con un pergamino, que tenía por destinatario al príncipe de Tierra. 

-¡¿Quien lo envía?! – preguntó desconcertado Namjoon, mirando a su hijo, quien no tardo en acercarse también.

-Me fue entregado por el mismo Rey Sein, señor– dijo el subordinado haciendo una reverencia extendiendo sus manos con el documento en ellas hacia Jungkook.

-¿Mi padre? – susurró el pequeño, más cuando estuvo a punto de tomar el pergamino, Tae se le adelantó.

-¡Tu padre, ahora se llama Namjoon… no Sein!– Tae tomó la nota miró con enfado al mensajero, hubo un silencio sepulcral en todo el lugar del evento. Yiyi también se había aproximado, con un semblante serio.

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