Estaban fuertemente amarrados en una oscura habitación, la princesa Yiyi estaba con ellos, más Jungkook… él estaba con Jimin, sus expresiones reflejaban su preocupación, de nada servía que Xiumin intentara soltar sus amarres.
Hoseok también se frustro al no conseguirlo, había lágrimas en los ojos de los más jóvenes, Yiyi estaba pensativa maldecía al cretino que lastimó a su primo, rogaba que estuviera bien además de la angustia por la suerte del pequeño de su hermano… “¡Tae… perdóname, no puedo hacer nada!”…
Mientras en otra habitación de aquella cabaña, en la que Jimin había decidido que descansarían, pues la noche y una fiera tormenta de nieve les habían impedido seguir su camino, un joven comenzaba a recuperar el sentido.
...“¿Qué ocurrió?… siento todo mi cuerpo pesado… ¡Keun… no… hermano!”... lentamente iba abriendo los ojos, y con ellos, volvían los recuerdos de la batalla todos los recuerdos, intentó mover sus manos, pero estaban amarradas a una cama… “¿Dónde estoy?”… no pudo soltarse, abrió completamente sus ojos buscando reconocer el lugar pero nada, nada le resultaba familiar.
-¡Me alegra que hayas despertado! – Jimin hablaba tranquilamente acercándose al lecho, sonrió al ver al más joven tan indefenso pudo notar su mirada casi vacía aunque aún había fuerza en ese mirar - ¡He deseado esto por mucho tiempo! -
Jungkook no pronunciaba palabra alguna, tampoco dirigió su mirada hacia el otro, no tenía fuerzas para hacerlo… “Fue mi culpa… mató a Sik, por mi culpa”…
El príncipe de Atlantis sonrió debido a la actitud del menor, lentamente fue subiendo a la cama, eso alerto al mas joven, quien al fin lo volteó a ver… “¿Qué esta tramando?”… Jimin destapo el cuerpo de Jungkook, quien en vano intentó mover nuevamente sus manos, el mayor acaricio ese níveo rostro, cuando sintió que Jungkook quiso apartarlo, lo tomó del mentón con fuerza.
-Te he deseado desde que te vi en el castillo cuando acababas de recuperarte – murmuró - ¡En eso tenía razón tu hermano… me enamoré de ti, pero tu lo harás también de mi! -
-Estás loco… jamás podría amar al asesino de mi hermano – dijo al fin, mirando a los ojos de quien se encontraba con él.
-¡Me amarás con el tiempo…así tenga que domar tu espíritu, te rendirás ante mi! – luego de esas palabras simplemente el mayor beso esos labios que se encontraban tan a su merced.
Lo hizo con deseo, a pesar de que el menor no le correspondía, no le importaba ya lo haría, pues sólo con él se mostraba paciente aunque, quizás no tan paciente, pues realmente ya no podía frenar los deseos de tenerlo, saber que fue de otro lo volvía loco pero no importaba, si mató a Tae, qué sería matar a ese tal Osiris.
Dejo sus labios para besar su cuello, Jungkook se movía con fuerza e intentaba alejarlo con las piernas ya que con sus manos le era imposible, eso divertía a Jimin, quien rápidamente fue desgarrando las prendas de la realeza de Averno que llevaba el menor, mientras lo hacía no paraba de besar cada parte de ese suave cuerpo, que tantas veces soñó poseer.
-¡NO!... ¡Suéltame! – se sentía tan impotente le empezaban a arder las muñecas debido al esfuerzo que hacía, le desesperó sentir como Jimin comenzaba a despojarlo de sus ropas y más aún lo aterro sentir cómo le abría las piernas y se colocaba entre ellas - ¡No! – se quejaba casi sin voz cuando nuevamente sus labios eran atrapados.
-Depende de ti, que esto sea agradable, mi pequeño... ¡No me obligues a lastimarte! -
-¡Te Odio, me oíste… siempre voy a odiarte, podrás tener mi cuerpo… pero entérate que yo… ¡AMO A OSIRIS!! – Jungkook cerró con fuerzas sus ojos, Jimin se enfureció tanto por aquellas palabras que sin previa preparación lo PENETRÓ - ¡AHHH!-
-¡Así que lo amas… pues razón que me das para acabarlo, voy a hacerlo sufrir tanto… se arrepentirá hasta de haber nacido! – el mayor hablaba con ira mientras una y otra vez le embestía, no le importaban sus quejidos, es más le excitaban.
-¡AHHH!.... ¡Noo! – Jungkook sentía que se estaba partiendo en dos, el dolor le resultaba casi insoportable, más no era eso lo que más le dolía, no era lo físico, su alma era lo que se desgarraba.
Se odiaba por estar permitiendo eso… “¡Sik… perdóname hermano… le estoy perteneciendo a tu asesino… perdoname, por favor!”… amargas lágrimas se escapaban de sus ojos y aquel brillo que aún quedaba en ellos se fue apagando.
-¡Me pregunto si ese tal Osiris, te aceptará ahora! – dijo con malicia el mayor cuando nuevamente asaltaba aquella boquita, que dejó de emitir quejidos, de hecho ya no emitía ningún sonido.
Cuando sintió que el mayor se vino en su interior, se sintió asqueado, deseó morir… “Tae mi amor… ya no seré nunca más digno de ti”… Jimin salió de su interior, aún besaba su cuerpo, más Jungkook ya no estaba en él.
Por lo menos no en ese momento, por lo que no intentó nada cuando al fin el mayor soltara sus muñecas, ni cuando siguió besando, primero sus manos, luego su cuello, en fin todo su cuerpo, podía escuchar sus gemidos, y que le decía que terminaría amándolo y que no permitiría que lo deje.
Sus lágrimas eran las únicas que daban fe de que aun estaba ahí, una vez que el príncipe pareció agotado, lo atrajo a su cuerpo, Jungkook no lo evito, lo abrazó con fuerzas acariciando sus cabellos y el menor se durmió, no tenía fuerzas para otra cosa… “¡Sik… Tae… perdónenme!”...
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La impotencia lo embargaba, cerraban sus ojos con fuerzas pero no podían dejar de escuchar, Yiyi lloraba amargamente, igual que lo hacían los guerreros de Jungkook, lo escucharon quejarse, y escuchaban también los gemidos de Jimin.
Los gritos de dolor de su pequeño taladraban sus oídos desgarraban sus almas, después vino una especie de silencio, roto solamente por los gemidos del mayor.
- ¡Maldición! – decía desesperado Hoseok.
-¡Maldito seas Park Jimin! – Xiumin también se sentía devastado.
Más tarde vino el silencio y una calma casi espantosa, miraron hacia la puerta, todos temblaban de ira y de dolor, no podían con el dolor… “¡Jungkook!”… esa noche nadie pudo dormir.
Esperaban el amanecer, sentían que el mundo se había acabado, un sonido los alerto, Jackson hablaba y decía que era hora de partir, por lo que entraron a su lugar de reclusión para sacarlos afuera, no tardaron en esperar afuera a que saliera aquel miserable.
Jimin salía de la cabaña con Jungkook en brazos, este parecía llevar sólo una camisa y estaba envuelto en una abrigada cobija. Jimin se mostró radiante, le ayudaron a montar su caballo, pues en ningún momento permitió que nadie siquiera tocara a su tesoro, antes de partir miró a los guerreros de Jungkook, sonrió con malicia.
-¡Voy a cortar todos los lazos que te atan! – murmuró mirando el rostro de su preciada carga- ¡Hagan con ellos lo que les plazca y luego… MÁTENLOS!... ¡Mayk, trae a la princesa… nos vamos!-
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❤+Compromiso Pactado+❤
FanfictionEl trato era simple... cesarían los hostilidades con ese compromiso... todos estaban de acuerdo... más a veces lo que uno planea, no es lo que sucede... -Esta historia no tiene la misma temática que algunas estamos lleyendo (sin ofender creadoras)...